El festival Sinsal, que este año ha ampliado su celebración al primer fin de semana de octubre con un programa de conciertos y actividades en la ciudad de Vigo, despunta una vez más en el panorama cultural con la peculiaridad de sus nuevos enclaves y la singular fusión de estilos musicales de sus artistas invitados.
El Museo do Mar de Galicia, en Alcabre, y los astilleros privados Freire y Cardama, en Bouzas, han sido las inusuales ubicaciones escogidas para abrir esta nueva sección del festival, que hasta este año se celebraba únicamente en la isla de San Simón (Redondela).
Una vez más, la organización acertó dándole al festival un carácter muy especial al contar con estos espacios, desde los que se puede observar la Ría de Vigo; si bien la gran protagonista, la música, conquistó al público con un estilo centrado en la tradición pero fusionado con música experimental y electrónica y muy orientado a hacer destacar las voces.
El festival arrancó el sábado en el Museo do Mar (con tres escenarios: el Son Estrella Galicia, el Mar y el Grupo Viqueira) con cuatro conciertos de acceso libre, a cargo de las percusionistas Dúas; el dúo Belém Tajes y Maritxinha, con su espectáculo de 'soulk' (soul y folk) 'Vudú'; DJ Viktor Flores; y la banda taiwanesa Sunset Rollercoaster.
Tras ello, arrancaron 16mm; JFDR String Quartet; Baiuca; y finalmente el Niño de Elche junto a Los voluble, con su espectáculo 'En el nombre de'. Todos ellos han presentado propuestas muy diversas, y en algunos casos transgresoras, en la que se mezclan instrumentos, voces y estilos.
Ya el domingo, la programación se ha desplazado a Beiramar, donde han abierto sus puertas al público los astilleros Cardama, con el brasileño Castello Branco; y Freire, con la profesora del Conservatorio Superior de Música de Vigo María del Mar Blanco Moreno, quien ha estado acompañada de la Orquestra Clásica de Vigo.
