Un lalinense entra en el 'salón de la fama' del cómic mundial

José Luis García-López fue reconocido con un premio Eisner honorífico por toda su trayectoria, en la que dio vida a historias de Batman, Wonder Woman o Superman
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photo_camera José Luís García López.DP

El dibujante José Luis García-López, nacido en Lalín allá por el 1948 acaba de ser reconocido con un premio Eisner honorífico, en la gala más galmurosa del cómic, un mundo en el que su nombre ya figura en el Hall of Fame.

García López nació en una aldea de Lalín en 1948. Con tan solo cinco años, su familia emigró, como tantas otras, a Buenos Aires. Allí comenzó el interés de este lalinense por los cómics, tanto que llegaría a convertirse en un dibujante de renombre en la compañía DC Comics, que cuenta con numerosos fans en todo el mundo. Sus lápices y tintas recrearon historias de Batman, Superman, Wonder Woman, Linterna Verde y una larga lista de superhéroes del cómic.

Pero su brillante carrera profesional tiene un principio: "A los cinco o seis años de edad, cuando aprendí a leer, lo hice con revistas de cómics. Desde entonces, además de pintar bigotes en las fotos -como todo el mundo-, empecé a llenar de garabatos todo papel que caía en mis manos, por supuesto tratando de recrear los personajes que tanto me gustaban. Los ‘tebeos’ eran para mí el equivalente de los vídeojuegos de la generación de hoy en día. Tenía verdadera pasión por el género y fui un auténtico adicto. A partir de ahí, el dibujar cómics surgió de forma natural. No tuve que elegir y tuve la gran suerte de saber muy temprano cuál era mi vocación", explicaba García-López en una entrevista a Diario de Pontevedra en 2012.

Sus primeras influencias fueron de dibujantes argentinos y algunos norteamericanos, que inspiraron los primeros trazos de sus propios diseños sobre el papel. "La industria editorial argentina era importante. Estamos hablando de las décadas de los 50, 60 e incluso parte de los 70. Como consecuencia, los profesionales del dibujo y la ilustración eran de primera", afirmaba entonces el dibujante pontevedrés.

Durante sus primeros trabajos en la industria de la historieta argentina, José Luis dibujó a varios personajes, entre los que destaca Roland, el Corsario. Asimismo, en la década de los 60 y principios de los 70 realizó algunos otros dibujos para cómics americanos. Es por este motivo que, cuando decidió probar suerte en otro país, a finales de 1974, no dudó en dirigir sus pasos hacia América del Norte, donde hoy ha encontrado el reconocimiento a toda una carrera.

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