Manuel Manquiña: "Vi a gente con la cara de Pazos tatuada, lo aman más que yo"

El veterano actor gallego Manuel Manquiña presenta Relatos negros, una comedia sobre un peliagudo asunto: el asesinato
Manuel Manquiña. AEP
photo_camera Manuel Manquiña. AEP

Manquiña (Vigo, 1953) no necesita presentación. Saltó la fama en 1997 por el papel de Pazos, el narco del conceto en la película española Airbag, y desde entonces no ha parado. El veterano actor gallego apuesta ahora por el teatro en la descarada comedia Relatos negros. Una obra que este viernes iba a llevar a A Estrada pero fue cancelada por la crisis sanitaria.

Comenzó en el mundo de la televisión al poco de nacer la TVG. ¿Cómo fueron estos inicios?

Los inicios fueron muy positivos. La televisión era un medio joven y todos los que la iniciaron estaban llenos de ilusión y con ganas de poner lo mejor de sí mismos. Se hicieron programas donde se aportaba imaginación contra falta de experiencia. Yo como todo el mundo tuve que aprender a desenvolverme en ese medio, a veces con más o menos acierto pero siempre conté con mucha ayuda.

Morris fue su pareja televisiva. Confiese... ¿Le gustaría volver a trabajar con él?

La verdad es que tengo muy buen recuerdo de aquel momento, pero ninguna nostalgia. Esta es una profesión en la que siempre se mira hacia delante. Aún te estás despidiendo de los compañeros de un proyecto, cuando ya estás hablando con los del próximo.

Dio el salto a la fama con el personaje de Pazos en Airbag ¿Todavía le sigue persiguiendo?

Sí, un poco. Es lo que comentaba sobre la nostalgia, creo que hay personas que aman más a ese personaje que yo mismo. Yo nunca iría tatuado con la cara de Pazos en mi espalda, si embargo me encontré un par de personas que sí. Te resulta curioso verte tatuado en el cuerpo de otro. Espero que no se arrepientan y quieran borrarlo porque eran muy grandes.

Su verdadero nombre es nada menos que Manuel Juan Francisco del Cristo de la Victoria Prieto Comesaña... ¿Por qué eligió Manquiña?

Pues porque me pareció bonito. Es el nombre de una pequeña playa de Vigo donde jugué de pequeño.

¿Qué diferencia hay entre Del Cristo de la Victoria Prieto Comesaña y Manquiña?

Pues a pesar de que mucha gente cree que ese es mi verdadero nombre, cuando me relaciono fuera de ámbito profesional, siempre doy el otro. Uno es el nombre artístico que yo elegí, y el otro es el que heredé de mis padres. Manquiña es un imagen invertida de mi, un reflejo en el espejo.

Relatos negros es una comedia sobre un tema tan serio como el asesinato. ¿Cómo surgió la idea?

Surgió como la necesidad de volver al teatro y de contar unas historias de un modo muy personal. No están exentos de humor, negro naturalmente, y tienen la particularidad de que se presentan como un estudio psicológico del alma del criminal y trata de saber qué mueve a este a acabar con la vida de un ser querido, pero en realidad lo que pone a prueba es nuestra psicología y la capacidad de empatizar con determinados casos en los que el que resulta atractivo es el criminal y no la víctima.

Manquiña es el nombre de una pequeña playa de Vigo donde jugué de pequeño

¿El humor es válido en todo tipo de temáticas?

Sí claro que es válido en cualquier temática. Diferente es que resulte apropiado en cualquier situación. La vida, la muerte, la filosofía, las matemáticas, el hambre o la guerra pueden ser tratados con humor y han sido tratados así y con acierto a lo largo de los años por muchos autores. Diferente es que en situaciones personales de drama, es decir, cuando afectan a individuos concretos tú te tomes con humor su desgracia personal. Eso le corresponde a él.

¿Queda mucho por explorar en el humor gallego?

No lo sé francamente. No soy un estudioso del tema. Por otra parte no creo que el humor tenga un límite para poder decir si queda campo de estudio o no. Pienso que es un poco como el universo, finito pero ilimitado.

De todos los personajes que ha interpretado, ¿con cuál se queda?

Tenía un personaje desastrado, sucio y con heridas infectas que se llamaba Avellán. Lo adoraba. Era miserable, mezquino e impresentable, para mí virtudes muy a tener en cuenta en un personaje.

La música es su pasión. Hace años se fue de gira con Siniestro Total. ¿Cómo fue la experiencia?

La música es una experiencia extraordinaria. Yo lamento no tener amplios conocimientos musicales, por ejemplo dominar varios instrumentos o mejor aún, todos, pero dentro de mis límites lo he aprovechado bastante bien. Y como soy actor y finjo, hago creer que realmente canto. Por eso aventuras como La Historia del Blues resultaron tan gratificantes. Para mi fue una gira memorable.

Tiene éxito en la música, televisión, cine, teatro... ¿El talento lo lleva en la sangre?

Si realmente el talento circula por la sangre habrá que convenir que es muy pequeño, pues todas las sustancias del torrente sanguíneo son microscópicas. Así que concedámosle a talento un poco más de espacio para que pueda desarrollarse y liberémoslo de un circuito cerrado.

¿Tiene Manquiña algún proyecto entre manos?

Estamos preparando Todo nunha Noite, un texto para dos personajes, director y actriz que tiene el bien y el mal como hilo conductor... de momento parece que va ganando el mal y nos tiene encerrados en casa sin poder ponerlo a examen. Si el cuerpo aguanta siempre se me están cruzando ideas por la mente. Tengo además muchas maneras de entretenerme. Ahora estoy aprendiendo las eras geológicas de la tierra. Siempre anduve un poco perdido entre los Eones y las Eras. Normal, son miles de millones de años, ¿quién no se pierde en una vuelta?

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