Xavier Alcalá: "No me inspiré en Joyce para hacer 'El calor de la ceniza', ni lo había leído"

Xavier Alcalá estudió Ingeniería de Telecomunicaciones y nació en Ciudad Real, pero es un clásico de la literatura en gallego por A nosa cinza y por escribir canciones con Andrés do Barro
Xavier Alcalá. PABLO MELLA
photo_camera Xavier Alcalá. PABLO MELLA

Autor de un clásico de la literatura gallega como A nosa cinza, que marcó a toda una generación de lectores en Galicia, el escritor Xavier Alcalá —nacido en Ciudad Real—, tiene nuevo libro Tertúlia revisitada.

¿Cómo se inició en el mundo de la literatura?
De una manera muy curiosa. Estudiando la carrera tenía un compañero que era Benedicto García, uno de los cantantes principales de Voces Ceibes. Él me habló de hacer letras de canciones con el objetivo de modernizar la canción en Galicia. Yo no tenía ni idea de eso y la cosa quedó ahí porque dejó la carrera. Al mismo tiempo, yo tenía un amigo de Ferrol que era Andrés Lapique do Barro, bajo en una banda de música moderna, y nos pusimos a hacer canciones en gallego. Así empecé a escribir para hacer letras de canciones.

Usted estudió Ingeniería de Telecomunicaciones, ¿en qué le ayuda a la hora de escribir?
Los de mi gremio somos todos grandes usadores de lo que es fundamental en la humanidad. Nosotros teníamos un profesor que clasificaba los exámenes en leídos y en no leídos. Los segundos eran los que tenían algún fallo en la redacción. Cuando la gente iba a protestar él respondía: "El ingeniero de telecomunicación debe aprender enseguida el código y aplicarlo debidamente". Eso me ayudó, porque, como bien saben mis lectores, soy muy exigente con los detalles mínimos que nos llevan en última instancia a la puntuación, una de las claves para un buen discurso escrito.

"Empecé en la literatura escribiendo canciones junto a Andrés do Barro"

¿Qué se va a encontrar el lector al leer Tertúlia revisitada?
Es la novela de la novela. Se va a encontrar que la realidad supera a la ficción. La historia ocurrió en realidad, haciendo un juego literario. Escribí hace muchos años un esquema de novela que consistía en que unas personas iban a una tertulia y que todos escribían para un concurso y ninguno lo quería decir. Uno de ellos para presentarlo a tiempo hace un plagio: esa es la base de la novela. Yo la mandé al premio Blanco Amor y ellos pensaron que les estaba mandando un plagio y la rechazaron. Por lo tanto, se cumplió en la realidad lo que había pasado en la ficción.

Se inspiró en Joyce para hacer El calor de la ceniza?
No. Cuando la escribí ni siquiera había leído a Joyce, mi intención no tuvo nada que ver con eso.

Aparte de escritos, ejerce de periodista. ¿Cuál es el medio de comunicación que más le gusta?
La radio, y segundo el periódico.

Me sorprende que elija un medio hablado siendo usted escritor.
Tengo dos manías: una la inmediatez de la comunicación y otra, el desarrollo de la narración. Para mí la radio era, hasta que se extendió la web, la manera de hacer la comunicación más inmediata. España se salvó el 23-F del mayor de los desastres porque estaba la radio. Yo hice mucho texto para ese medio y estuve en una tertulia bastantes años, pero si quiero desarrollar un texto largo es cuando la radio no me llega.

Un referente literario... José Maria Eça de Queirós.
Es el Dios de la narrativa realista.

"Mi sueño es que mi obra general traspase las fronteras de lo inmediato, que es en lo que estoy ahora"

¿Y uno periodístico?
Kapuscinski.

¿Su obra literaria favorita?
Es muy difícil de responder. Si me obligases a decir algo que no pudiera evitar diría La regenta, de Leopoldo Alas Clarín.

Y en estos momentos... ¿qué libro está leyendo?
Uno muy curioso que se titula Cuba: ni paraíso ni infierno. Su escritora estuvo treinta años en Cuba sufriendo el absoluto desastre. Es casual que lo esté acabando ahora mismo.

Un lugar de Galicia para escribir...
Mi casa de A Coruña, en A Cubela, por la noche. A partir de las diez el silencio es absoluto.

A los escritores les suele gustar más la noche que el día...
Claro, yo escribo normalmente entre las diez de la noche y las tres de la mañana.

¿Un lugar de Galicia para irse de vacaciones?
Volver a mi infantoadolescencia en la ría de Ares, más concretamente en Cabanas.

Y por último... ¿Qué sueño le queda por cumplir en el mundo de la literatura?
Que mi obra en general traspase las fronteras de lo inmediato, que es en lo que estoy ahora.

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