El atleta lucense Adrián Ben reina en los 800 del Europeo bajo cubierta

"Estoy feliz, ser campeón europeo es un sueño", reconoce el corredor vivariense, que ganó la final en Estambul por solo tres milésimas
Adrián Ben. EFE
photo_camera Adrián Ben. EFE

El lucense Adrián Ben logró este domingo el mayor de sus éxitos hasta el momento, al coronarse como campeón de Europa de 800 metros en pista cubierta, en la competición que se celebró en Estambul (Turquía). Lo hizo, además, en una final emocionante en la que se impuso al francés Benjamin Robert sobre la misma línea de meta. Solo tres milésimas separaron el oro del corredor de Viveiro de la plata del francés.

El también medallista nacional, que se había convertido en el primer español en correr una final de 800 en unos Juegos Olímpicos ( Tokio 2021, quinto puesto) y había sumado un sexto puesto en el Mundial al aire libre de Doha 2019, se confirma con este oro europeo, y con solo 24 años, como la gran esperanza del medio fondo nacional. Esta victoria supone, además, un fuerte estímulo de cara a la clasificación para el Mundial de atletismo al aire libre que se celebrará en Budapest, la gran cita del atletismo este año.

En Estambul, en la que era su tercera participación en un Europeo bajo techo, Adrián Ben realizó una carrera muy táctica en la que fue ganando posiciones tras comenzar último. A falta de doscientos metros, y aprovechando unos toques entre atletas en la mitad del pelotón, se metió entre los tres primeros. En ese momento empleó la que es sin duda su mejor arma, como ya saben en todo el circuito internacional: un final demoledor. Atacando por fuera, llegó al esprint y lanzó el cuerpo y adelantó la cabeza sobre la línea de meta para ganar por solo tres milésimas (1:47.34) a Benjamin Robert, Tercero quedó el belga Elliot Crestan.

La llegada fue tan ajustada que mismo Adrián Ben no sabía muy bien si había ganado tras cruzar la línea, y tuvo que esperar a que aparecieran los puestos y los tiempos en la pantalla del estadio para confirmar su victoria. Minutos después, cuando abandonaba la pista tras la celebración, todavía dudaba y preguntaba a los periodistas de Teledeporte si el resultado era ya oficial.

El propio corredor de Viveiro analizaba después la carrera: "He salido con fuerza. Vi que el resto salía muy fuerte. De pronto me vi último, pero intenté no ponerme nervioso. Luego vi que había unos toques en carrera y pude ganar posiciones aprovechándome de ello, para intentar estar bien colocado en la última vuelta si quería aspirar a todo. Sabía que Robert es un rival muy peleón y en un momento creía que no llegaba, pero cuando he visto que nadie nos adelantaba me he dicho: ¡Corre, corre, teines la medalla de oro, corre! Como era mi sueño tener una medalla internacional, lo di todo". "Ser campeón de Europa es un sueño", añadió Ben, que ha sumado la única medalla de oro para España en este campeonato. La plata de Adel Mechaal en 3.000 completó el escaso botín de metales para el atletismo nacional.

Joven alegre y extrovertido, apenas podía controlar su emociones tras la victoria: "Pensé que iba a llorar", reconocía riendo a los medios, "pero no me ha salido ni una lágrima. Tengo una mezcla de emociones impresionante". Ben contó la anécdota de que le había pregunta a su madre qué quería que hiciera si ganaba: "El primer día hice lo de Cristiano, en las semifinales lo de Mbappé... y mi madre me dijo: Haz lo que te salga. Y no he sabido qué hacer. Me he caído de rodillas y me he puesto a gritar. Lo primero que me ha pasado por la cabeza han sido mis padres. Cuando me llevaban 100 kilómetros a Lugo a entrenar cuando no hay nada en mi pueblo, Viveiro. También mi antiguo entrenador, Manolo Castiñeira, que se fue hace un año y medio; el míster Pepe Peiró, Águeda (Marqués Muñoz, su pareja)... Toda la gente que cuando lo paso mal está a mi lado. Es un deporte muy individual y a veces te lo quieres comer solo, pero ellos me dicen: Esto es para disfrutar, es un juego y el atletismo es para disfrutar".

Desde lo alto de su "sueño" dorado, el deportista recordó que en 2022 las cosas no salieron bien, y que por eso ha tenido que trabajar tan duro para prepararse para esta temporada. "Claro que se pasa mal cuando no te salen las cosas como a mí en 2022", explicaba, "y más cuando ves a tus compañeros progresar y parece que tú te quedas estancado. He intentado entrenar, ser mejor, concentraciones en altura, trabajar más con Arturo Casado, ser más profesional y mejor".

Adrián Ben aseguró que en estos momentos lo que más deseaba era volver con sus padres, su familia y sus amigos, y también abrazar a su entrenador. Quizás entonces, aventura, con ellos, llore lo que no pudo llorar ayer por el choque de sentimientos encontrados que era incapaz de gestionar. "Estoy feliz", aclaraba, "pero un poco raro. Estoy tan contento...". Pero esta medalla internacional, ni siquiera siendo de oro, es para el deportista mariñano otra cosa que un premio de etapa, no de carrera. "Ahora voy a por más", se desafiaba Adrián Ben, "me quedan muchos títulos europeos, mundiales por delante. Y campeón olímpico. Queda muchísimo por delante... pero qué bien suena ser campeón de Europa. Recuerdo ver a Mariano ser campeón en Múnich y pensar: Yo también quiero eso, quiero cumplirlo y disfrutar esas sensaciones".

Pues esas ya las tiene, le servirán de entrenamiento para las que están por llegar.

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