En burbuja, pero vivos: así sobreviven los grandes deportes

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A pesar de que la COVID-19 sigue registrando más de 300.000 nuevos casos al día, la industria del deporte no se ha sacrificado por el resto. Ni siquiera la evidente amenaza que supone la pandemia para los deportistas, las federaciones deportivas tanto mundiales como nacionales han decretado la reanudación de las competiciones.

Ahora bien, la posición de la industria no tiene la fortaleza de antes, ya que ha perdido una gran parte de los ingresos de taquilla. Los jugadores compiten en estadios vacíos y cumplen los estrictos protocolos médicos impuestos por los ministerios de sanidad. Algunos acontecimientos importantes tuvieron que cancelarse en su día, como los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la Eurocopa de la UEFA 2020 o el torneo de Wimbledon.

En verano, sin embargo, el deporte empezó a volver poco a poco con la idea de ir recuperando la normalidad. En este artículo analizaremos cómo sobreviven los principales deportes tras la cuarentena.

Fútbol

En marzo de 2020 se suspendieron gradualmente la mayoría de campeonatos de fútbol tanto nacionales como internacionales. En Europa tuvimos la excepción de Bielorrusia, donde se continuaron disputando partidos con público sin ningún tipo de restricciones.

Entre mayo y junio, se reanudaron la mayoría de ligas y torneos. En esta nueva realidad, los jugadores compitieron en estadios vacíos y siguiendo múltiples protocolos de seguridad, como el de no dar la mano al rival.

Con el inicio de la nueva temporada en septiembre, algunos países, como Alemania, han permitido la vuelta de público a los estadios. El aforo se ha reducido a aproximadamente un 20 %, y los aficionados deben proporcionar sus datos personales para poder realizar el rastreo pertinente en caso de que se dé algún caso positivo. Además, hasta finales de octubre estará prohibido el consumo de alcohol y las tribunas de pie permanecerán cerradas.

Los grandes perjudicados por la COVID-19 han sido las competiciones, los estadios y los clubes, que han visto como perdían de golpe los ingresos derivados de la venta de entradas y de merchandising. En general, se espera que las ligas europeas pierdan más de 4.000 millones de euros.

Ahora bien, la COVID-19 también ha traído nuevas oportunidades de negocio para la industria. Según una encuesta reciente elaborada por World Football Summit, el 89 % de los participantes cree que la pandemia podría contribuir al auge de la “experiencia phygital”, que combina las realidades física y digital mediante algoritmos de big data y realidad aumentada. Esta solución tecnológica serviría para entretener a los aficionados durante los periodos de confinamiento.

Otras oportunidades de negocio mencionadas son el aumento de las medidas de seguridad en los estadios, la promoción de los eSports y la producción de contenidos en diferido.

Baloncesto

La NBA reanudó la temporada en verano con un formato interesante para proteger a los jugadores: la burbuja de la NBA. Se trata de unas instalaciones totalmente aisladas ubicadas en Disney World, cerca de Orlando (Florida). 22 de los 30 equipos de la NBA acudieron a este emplazamiento mágico para terminar la temporada regular y disputar los playoffs por el título. Todos los jugadores, entrenadores y resto del personal se sometieron a múltiples pruebas antes de entrar en la burbuja, con un test final en Orlando. Si alguien diera positivo por COVID-19 estando en la burbuja, se le aislaría en un edificio anexo hasta que se recuperara del todo. Sin embargo, la burbuja de la NBA funciona: hasta la fecha, no se ha dado todavía ningún caso de coronavirus.

Eso sí, el estado de los ingresos de la industria es más desolador. Se calcula que las pérdidas sufridas por la pandemia ascienden a mil millones de dólares, en gran parte debido a la imposibilidad de vender entradas.

Tenis

La COVID-19 provocó la cancelación de Wimbledon por primera vez desde la II Guerra Mundial. Otros torneos de Grand Slam, como el US Open o Roland Garros, se aplazaron hasta septiembre.

Como el tenis no es un deporte de contacto y se juega al aire libre, varios jugadores pensaron que el riesgo de contagio era relativamente bajo.

Sin embargo, el famoso Adria Tour, un torneo de exhibición organizado por el número 1 mundial, Novak Djokovic, en junio-julio de 2020, se encargó de desmentir dicho mito. Muchos tenistas rechazaron la oferta de Djokovic y le criticaron por poner en riesgo a los jugadores en mitad de una pandemia. Y es que durante el torneo no se estableció ningún tipo de medida de seguridad, ni siquiera de distancia física. Fruto de ello, cuatro jugadores dieron positivo por coronavirus tras la exhibición, incluido el propio Djokovic.

Los circuitos oficiales de la ATP y la WTA se reanudaron a finales de agosto, con la celebración del Masters de Cincinnati como calentamiento para el US Open, que seguiría un protocolo de seguridad similar al de la burbuja de la NBA: los jugadores no pudieron visitar Nueva York como era costumbre y tuvieron que limitarse a viajar del hotel oficial a las pistas.

La industria también se vio muy afectada por la COVID-19. Sin embargo, a pesar de las pérdidas, los premios repartidos por el US Open fueron casi idénticos a los de la edición de 2019. Los ganadores se embolsaron una cifra de 850.000 dólares, y ello a pesar de que los ingresos del torneo cayeron en casi un 80 %.

Apuestas deportivas

Si no hay deporte, no se puede apostar. Las apuestas deportivas online registraron una gran caída debido a la cancelación o aplazamiento de los principales acontecimientos deportivos. Por este motivo, la industria del juego se vio obligada a apoyarse en los juegos de azar que ofrecen los casinos online, la mayoría de los cuales combina este tipo de juegos con las apuestas deportivas. Algunos juegos experimentaron un crecimiento notable, en gran parte debido al cierre de los casinos físicos y al aburrimiento de la gente durante el confinamiento. Por ejemplo, el consumo de tragaperras online se ha multiplicado por cuatro en Estados Unidos desde febrero. En España, el sector del juego online también ha crecido respecto al año anterior a pesar del estado de alarma y la limitación de la publicidad.

​Para la industria de las apuestas deportivas, los meses de confinamiento fueron de parón casi absoluto. Solo el auge de las apuestas de eSports mitigó en parte las pérdidas de los operadores. Sin embargo, su peso en los ingresos generales sigue siendo muy bajo, ya que apenas suponen el 3 % del total de apuestas deportivas.

Por suerte, la llegada del verano cambió las cosas y, aunque el volumen de apuestas no ha llegado a los niveles previos a la pandemia, desde junio se ha registrado un aumento del 22 %.

¿Cuándo dejarán la burbuja los grandes deportes?

Aunque la industria del deporte se va recuperando poco a poco, los expertos vaticinan que serán necesarios al menos cinco años para que recupere por completo los ingresos registrados antes de la COVID-19. Ahora bien, los clubes no podrán abandonar su burbuja hasta el año que viene, siempre que las cosas no se compliquen este otoño. ¿Se producirán nuevos rebrotes? ¿Estamos ante una crisis persistente? Todas estas preguntas retóricas dejan el destino de los grandes deportes en el limbo.