Este viernes, en la edición impresa, les ofrecemos un suplemento de 32 páginas sobre el playoff ►Escriben: Lisardo Gómez, Devin Wright, Álex Llorca, José Luis Llorente y Antonio Seral
La serie más lujosa de cuartos de final, tanto por seguimiento como por nivel de juego, traslada su centro de operaciones al Pazo dos Deportes de Lugo. Hoy, a las 21.00 horas, y el domingo, a las 18.00, el Cafés Candelas Breogán intentará beneficiarse del factor cancha para sentenciar la eliminatoria que le enfrenta al Leyma Coruña. Es una ventaja que a los de Quique Fraga les ha costado conseguir sangre, sudor y lágrimas, pero sobre todo muy buen baloncesto, y que no quieren ni deben desperdiciar.
Es posible que algunos de los miles de seguidores breoganistas que hoy poblarán las gradas del Pazo pensarán que el conjunto lucense es netamente superior a su rival. Serán aquellos que no han seguido la competición a lo largo de la temporada y que, desde luego, no han visto los dos primeros encuentros del play off. Y es que el Leyma Coruña de Tito Díaz se ha hecho mayor con el paso de las jornadas. Un equipo que sabe a lo que juega, que cree en lo que hace y que ha terminado por sorprender con su baloncesto dinámico y espectacular. Además ha llegado, al igual que el Cafés Candelas Breogán, en un gran momento de forma a la prolongación de la fase regular, como ha demostrado en los dos excelentes encuentros que se han disputado en A Coruña.
El espectáculo está asegurado. Pero ahora le toca al Breogán tirar de experiencia, de saber jugar sus bazas e incluso de asumir su papel de favorito. Los de Quique Fraga saben que el encuentro de hoy puede ser determinante en el desenlace de la eliminatoria y también por dónde pasan sus opciones de triunfo.
Un paso adelante para el equipo que dirige Quique Fraga es que tanto Jeff Xavier como Dani López están, sin llegar en sus mejores condiciones, físicamente mucho mejor que en los dos primeros encuentros de la serie. Ofoegbu, por su parte, seguirá el encuentro como un espectador más. El Breogán buscará reducir la anotación del rival. El Coruña —no hay que olvidar que fue tras el Palencia el equipo con mejor ataque de la fase regular— anotó en los dos primeros encuentros 90 y 85 puntos. Demasiados. Granparte de ellos, casi el 42%, fueron anotados por su pareja interior Sergio Olmos y Beka Burjanadze.
Es el primer paso, aunque sin olvidar que cuando el Coruña es realmente peligroso es cuando la anotación de esos jugadores; a los que hay que buscar también en su trabajo defensivo, bien buscando que se carguen de faltas personales o haciendo que acumulen un mayor cansancio, se acompaña con el acierto de los hombres de perímetro, como en el primer partido de la serie, en el que Creus o Monaghan hicieron mucho daño con sus lanzamientos. También cabe esperar una reducción en la anotación si el conjunto coruñés no acude con tanta insistencia a la línea de tiros libres. La diferencia en los dos encuentros entre los lanzamientos desde la línea de personal es realmente llamativa, 67 para los herculinos y 35 para los lucenses.
En el segundo encuentro de la eliminatoria, en el que el Breogán se impuso (85-90), el equipo lucense logró no solo compensar la batalla en el rebote, sino que llegó a dominarlo, sobre todo en su propia canasta. Es un aspecto fundamental tanto en defensa, para evitar segundas opciones del rival, como en ataque donde presentar batalla bajo su aro implicaría, además de una mayor anotación, que el Coruña tuviera problemas para poder anotar en transición.
El ritmo, es la obsesión de Quique Fraga, como comentó el técnico lucense desde el mismo inicio del play off. Es fundamental que los de Tito Díaz no puedan jugar con su velocidad habitual, porque si se ven obligados a jugar con posesiones más largas a las que están habituados su juego, su anotación se resienten notablemente.Un gran encuentro en el mejor escenario posible, un Pazo dos Deportes vestido de celeste. Todo a punto para el espectáculo.
