Joan Laporta prepara la vuelta al FC Barcelona

Joan Laporta ya tiene decidido que quiere presentarse a las elecciones del FC Barcelona, pero desea hacerlo con la seguridad de que obtendrá la victoria en las urnas. De lo contrario, tiene claro que no se quemará en un escenario en el que el éxito deportivo azulgrana reciente podría darle muchos réditos al ya dimitido, pero también aspirante, Josep Maria Bartomeu.

Laporta está por la labor de arriesgar en una jugada en la que podría recuperar la presidencia después de cinco años. De hecho, todas las encuestas que se han hecho públicas le dan como vencedor, aunque siempre se habían efectuado antes de que el Barcelona encadenase otro año glorioso de triunfos, con un triplete en este 2015, el mismo que el expresidente azulgrana podía exhibir como carta de presentación, el que ganó en el 2009 como mandatario.

No obstante, otros sondeos de opinión, ya realizados en medio del éxito deportivo, ofrecen intención de voto mucho más pareja, incluso un empate técnico entre Laporta y Bartomeu, con Agustí Benedito como tercera opción. El equipo de Laporta, preparado para dar el salto, está a la espera de conocer el resultado de una última encuesta de intención de voto y, aunque una fuente del grupo del expresidente ha asegurado a Efe que no es decisiva, sí que parece que le ayudará a adoptar una determinación final sobre si dar el salto o no a la presidencia.

La presencia de Laporta en las elecciones, cuya fecha se conocerá esta noche tras la reunión de la comisión gestora, que ya está activada después de que la junta de Bartomeu presentase anoche la dimisión, es determinante porque cuenta con una bolsa muy importante de simpatizantes. De hecho, a un mes y medio de celebrarse las elecciones todo apunta a que si Laporta decide concurrir a los comicios la próxima presidencia estará entre él y Josep Maria Bartomeu, todo ello a expensas de cómo evolucione la campaña electoral, que en el caso del Barça en algunas ocasiones ha vivido situaciones inesperadas, como la propia victoria de Laporta en el 2003, cuando Lluís Bassat tenía una ventaja que parecía insuperable.

En el escenario actual, y siempre a expensas de la decisión de Laporta, que se espera en los próximos días con la semana que viene como límite, la parrilla de salida se irá conformando poco a poco, con la presentación de los aspirantes. El primero de ellos lo hará este miércoles y no es otro que el exportavoz de la junta anterior, Toni Freixa, que este martes dejó de ser directivo, aunque no presentó la dimisión, al expresar su queja porque Josep Maria Bartomeu no informó a la junta de su idea de presentar la dimisión y avanzar las elecciones. Según Freixa, Bartomeu nunca trató este asunto en la junta, sí en cambio en los medios informativos y con algunos de sus vicepresidentes más cercanos.

Después de Freixa, este jueves entrará en escena Agustí Benedito, segundo en las elecciones del 2010 y también con muchos apoyos en las encuestas hasta que Bartomeu ha ido tomando cuerpo, gracias a los éxitos deportivos. El viernes se presentará en sociedad Jordi Farré, que hace meses que ya trabaja y promociona su plataforma ('Som gent normal'), y cuya consecución del aval en el caso de que sea escogido presidente ha propiciado que otros aspirantes a la presidencia le hayan copiado la idea, que no es otra que contratar un seguro que no pone en riesgo el patrimonio personal, como sí ha ocurrido en los anteriores años.

Josep Maria Bartomeu, después de dimitir anoche, se tomará unos días de descanso para entrar con fuerza la semana que viene, en la que además de presentar su sede tendrá una agenda repleta de actos cada día. También la semana que viene se espera que el excandidato Jordi Majó, que participó en el 2003, haga una presentación más formal que la reunión que llevó a cabo hace unas semanas en un hotel barcelonés para dar a conocer que, en el momento en el que la junta convocase elecciones, él daría el salto.

Y como sexta opción, al margen de que pueda aparecer otro aspirante a última hora, está Joan Laporta, que este miércoles se despide como concejal de Barcelona y cuya salida genera un gran interés por la gran bolsa de votos que arrastra, en la mejor de las encuestas hasta un 40 %, aunque en la actualidad bordea el 30% de intención de voto.