Manu Carreño: "He vuelto a mi equipo, la Cadena Ser"

Asegura que se encuentra "a gusto" tanto en radio como en televisión por lo que compagina su labor al frente de 'El Larguero' con presentar los deportes en Cuatro
Manu Carreño
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A Manuel 'Manu' Carreño siempre le ha gustado la mezcla de contar cosas y el deporte, por lo que está "encantado" con su profesión de periodista deportivo y más, desde que hace unas semanas ha vuelto a la Cadena Ser, a la que considera "su equipo".

Si de pequeño Carreño (Valladolid, 1969) narraba partidos de fútbol a sus hermanos, desde el pasado 21 de agosto está al frente de El larguero, uno de los programas emblemáticos de la noche deportiva, sigue presentando deportes en Cuatro y asegura que se encuentra "a gusto" tanto en radio como en televisión.

Y al igual que hace una década se vaticinaba que la gente dejaría de ir al cine y no ha sido así, Manu Carreño confía en que las nuevas generaciones no dejen de escuchar un partido de fútbol o un programa deportivo en la radio, aunque sea en sus actuales y múltiples formatos.

¿Cómo ha transcurrido su vuelta a la Cadena Ser después de su paso por la Cope? ¿Cambiar de micrófono es como cambiar de equipo?
 Estoy encantado. Mi equipo fue la Ser, estuve tres años con ellos (2011-2014) y al dejar Carrusel Deportivo entré a colaborar en la Cope, pero de forma más esporádica.

No hay nada raro: mi equipo era la Ser y lo que he hecho es volver a la Ser, donde estuve ya dedicándome en cuerpo y alma para el Carrusel deportivo y ahora para hacer El larguero.

No hay ningún problema y agradezco a la Cope lo bien que se portó durante ese año, tanto a los compañeros que siguen siendo mis amigos como lo eran antes como a los directivos que se han portado de manera exquisita. Todos somos profesionales. Cada uno trabaja en su sitio. Tenemos una edad para saber de qué va esto.

¿Es más periodista de radio que de televisión?
Me encuentro a gusto en los dos. ¿Papá o mamá?, pues los dos, no hay por qué elegir. Se pueden compaginar las dos cosas pero es un ritmo diferente y alto. En televisión estoy encantado en Mediaset, camino del undécimo año, y en la radio me siento muy feliz también.

¿De qué maestros periodísticos ha aprendido más?
Nunca he tenido la sensación de decir, 'Este ha sido mi referencia o mi maestro'. He tenido la suerte de trabajar con muchos de ellos y al final vas aprendiendo de todos. Te vas fijando un poco y aprendiendo, que es lo más importante en esta profesión: mejorar y evolucionar.

Aunque he tenido la suerte de trabajar con periodistas de la talla de Matías Prats cuando estuve en informativos de Antena 3 y de Olga Viza o con Iñaki Gabilondo cuando coincidimos en Cuatro.

¿Al estudiar periodismo sabía que se dedicaría a la información deportiva?
De pequeño narraba partidos en casa a mis hermanos y les daba la brasa: me ponía las plantillas de equipos y partidos para ir haciendo estadísticas. Siempre he tenido claro que me gustaba contar cosas, y el deporte era una mezcla perfecta.

Arrancó El larguero con un padrino de la talla de Rafael Nadal. ¿El fútbol no va a ser el protagonista absoluto del programa?
Ese día arrancaba la Liga pero acababan los Juegos Olímpicos, un acontecimiento de una dimensión suficientemente importante como para dedicarle tiempo. Nadal fue nuestro abanderado y también de El larguero. Además, hablamos con Pau Gasol porque ese día España había ganado el bronce. Les juntamos. Había tiempo para todo, también Marc Márquez había hecho podio.

En el programa va haber tiempo para fútbol pero también para otros deportes: siempre ha sido así y lo seguirá siendo.

¿El vínculo entre periodista y deportista puede ser contraproducente?
No, manteniendo clara la idea de tu profesión, de lo que debes ser, fiel a quien te escucha, te lee o te ve. Si lo tienes claro, no hay ningún problema.

Siempre es bueno que haya comunicación entre los protagonistas de esto, que son ellos -los jugadores, entrenadores, directivos-, y nosotros, los que contamos cosas. Hay que contarlas intentando ser lo más objetivo posible y no estar pendiente de si pueden caer bien, porque ayer hablamos, cenamos o comimos.

Si alguien no tiene claro eso, entonces no es una buena amistad o una buena relación, porque son cosas diferentes.

 ¿Los deportistas-comentaristas suponen un intrusismo?
No, está bien. La visión del periodista es distinta a la de un exjugador. Es algo que nosotros no hemos vivido, no sabemos qué que se siente cuando va a llegar un partido importante, qué te dice un entrenador cuando has fracasado o triunfado, cómo analizar a un rival. Para esos detalles, quién mejor que uno que ha estado dentro para que lo transmita a los oyentes.

Luego, los habrá mejores y peores, como en el periodismo. Pero un exjugador o un exentrenador que sepa contar las cosas es muy interesante: puede aportar un punto de vista que nosotros no podemos.

¿Le obsesionan las audiencias?
Nunca me han obsesionado y a estas alturas creo que ya no. Evidentemente, trabajamos para las audiencias, no podemos ser hipócritas: las miras, estás pendiente, pero, de ahí a obsesionarte, nunca.

Pero siempre queremos ganar, todos. Los que hacen periódicos quieren vender más que la competencia, igual que los que hacen radio o televisión.

¿Por qué no hay una mujer presentando un programa radiofónico deportivo puntero?
No lo sé. Siempre digo que hace falta que sea un buen periodista y en el equipo de periodistas de la Ser y Cuatro hay buenos periodistas, hombres y mujeres.

En el deporte, tradicionalmente, siempre ha habido más hombres periodistas, desde José María García, José Ramón de la Morena, Manolo Lama, Paco González, Maldini..., pero no solo en España.

Poco a poco van incorporándose cada vez más mujeres, y hay excelentes compañeras como Mónica Marchante, Susana Guasch o Noemí de Miguel, pero es verdad que no ha habido ninguna que se haya puesto al frente de un programa de radio.

Un medio de comunicación lo que elige es un buen comunicador, un buen periodista; no creo que se fije en si es hombre o mujer. También dependerá de los directivos, que son los que deciden, aunque que hay más tradición de periodismo deportivo masculino es una evidencia.

¿Las nuevas generaciones tan adictas a las tabletas seguirán escuchando la radio?
Sin ninguna duda. Hace una década se decía que el cine iba a cerrarse y en cambio es compatible ver una película en una tableta y seguir yendo al cine.

La radio se escucha, pero de muchas maneras. El programa en directo por la noche, de madrugada cuando se repite, en "podcast" o al día siguiente en Twitter, en la web, todo o una parte.

Antes, o escuchabas el programa a las doce o había muerto. Ahora puedes seguirlo a través de los miles de formatos que hay. Es otra forma de consumir, y todo lo que sea ponerlo más fácil para las generaciones que vienen, pues mucho mejor. 

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