Un golazo de Felipe Anderson de espuela, refrendado por dos tantos de Andriy Yarmolenko y Marko Arnautovic, dio la victoria al West Ham United sobre el Manchester United (3-1) y confirmó que el equipo de José Mourinho va cuesta abajo y sin frenos.
La derrota en la Copa de la Liga contra el Derby County, equipo de Segunda división, lejos de espolear y despertar a los Diablos Rojos, los aletargó en otra caraja de las habituales esta temporada y que les definen como un equipo simple y sin soluciones.
Desde el principio, quedaron a merced de un West Ham dirigido por Manuel Pellegrini que les dominó, les maniató y les ganó terreno gracias a la superioridad de la pareja Yarmolenko y Marko Arnautovic frente a la debilidad de los centrales rojos.
Ni Victor Lindelof, señalado por Mourinho, al cambiarle en el minuto 56, ni Chris Smalling pudieron con el poderío del dúo ucraniano y austríaco.
Con el 3-1, el público comenzó a cantar "olés" en la grada y Mourinho, de pie en el área técnica, apenas sacaba las manos de los bolsillos para dar alguna instrucción aislada mientras su proyecto se derrumba en su propia cara y sin, prácticamente, margen de reacción.
El United, con esta derrota, se sitúa séptimo, con diez punto, a ocho del Liverpool, que cuenta con un partido menos. Los de Pellegrini, ascienden hasta la décimo segunda posición con siete puntos.