Todo el mundo conoce de sobra a Gerard Piqué, tanto en su faceta dentro del campo como, sobre todo, por su carácter irreverente fuera de él. Por eso no ha sorprendido la confesión de que comparte grupo de WhatsApp con los jugadores del Real Madrid con los que comparte vestuario en la selección. "Es mi grupo favorito; somos como niños pequeños", reconoce el central del Barcelona, recalcando el buen rollo que hay entre ellos.
La información fue desvelada en un artículo publicado en The Players Tribune bajo el título A Long Story –Una larga historia–.
"El grupo lo creé cuando le sacábamos 8 o 9 puntos al Madrid", prosigue el catalán, "nos reímos y vacilamos por cómo le va a nuestros equipos. Ahora mismo es bastante gracioso para mí porque estamos a 15 puntos y estoy siendo bastante creativo con mis respuestas".
"Cada vez que ganaban subían fotos sin camiseta a Instagram, sonriendo y poniendo los músculos como si fueran The Rock (...) Este año es diferente, sus mensajes son sombríos. Tres puntos hoy, debemos trabajar más"
Pero no siempre fue así. Piqué recuerda también cómo era la situación con sus amigos merengues cuando el Madrid dominaba con solvencia la Liga y caminaba hacia su segunda Champions consecutiva. "El año pasado les iba muy bien y se reían cuando íbamos con la selección. Cada vez que ganaban subían fotos sin camiseta a Instagram, sonriendo y poniendo los músculos como si fueran The Rock, escribiendo Hala Madrid y utilizando emoticonos de trofeos. Este año es diferente, sus mensajes son sombríos. Tres puntos hoy, debemos trabajar más", relata el defensa culé.
SELECCIÓN. No obstante el artículo no deja lugar a la polémica, pues en todo momento queda claro que la relación de Piqué con sus íntimos enemigos del Real Madrid es más que buena. "Puedo bromear con ellos porque son mis hermanos con la selección. Aunque odiemos al club del otro, jugamos por el mismo país y tenemos el mismo sueño", dice.
"Un jugador no solo debe callarse y jugar. Hay mucha más profundidad en un futbolista de lo que la gente cree"
En cuanto a su implicación con el combinado nacional, objeto de críticas por un amplio sector del país, Piqué también es claro: "Desde que era niño y vi a Luis Enrique sangrar su camiseta en el Mundial '94 mi sueño fue jugar con España".
No solo eso. También reconoce que ganar el Mundial de Sudáfrica con la selección fue "el mejor momento de mi vida". "En Madrid contarán una historia diferente de mí y dirán que soy un traidor pero me siento extremadamente orgulloso de vestir el escudo de España cada cuatro años en el Mundial", manifiesta, a la vez que reconoce que eso le genera algún sentimiento contradictorio por su fuerte vínculo con Cataluña: "Ser catalán está en mi sangre. Cuando el 80% de los catalanes quiere votar, creo que deben ser escuchados. Si esa opinión hace que mis compatriotas me odien... bueno, estoy tranquilo".
Con todo esto es plenamente consciente de que su implicación política ocasiona estos problemas con parte de la afición, pero lo seguirá haciendo porque es lo que siente. "Lo siento pero un jugador no solo debe callarse y jugar. Hay mucha más profundidad en un futbolista de lo que la gente cree y creo que es importante que nos expresemos. Somos seres humanos", sentencia el blaugrana.
