Río despide sus Juegos a ritmo de samba

Ajena de la crisis política, la fiesta de clausura pretende demostrar que "el momento de apagar la llama es un nuevo comienzo"
Un instante de la gala de clausura
photo_camera Un instante de la gala de clausura

Río de Janeiro despidió este domingo sus Juegos Olímpicos con una fiesta para "lavar el alma" en la que el carnaval y la samba, dos de los símbolos de la ciudad, tuvieron un especial protagonismo.

Río quiso despedirse con la fiesta de la "alegría" para dejar un buen recuerdo tras los primeros Juegos celebrados en Suramérica.

"Lavar el alma" tiene un especial significado si se tiene en cuenta el contexto en el que se realizó la cita olímpica, en un país lastrado por la crisis económica y dividido por la crisis política que ha demostrado que "se pueden superar obstáculos que parecían insalvables".

Una fiesta que sirvió también para reconocer la "manera brasileña de hacer las cosas", y en el caso de Río, el "jeitinho carioca", como localmente se conoce a la capacidad de improvisar para seguir adelante.

La ceremonia, que se desarrolló en el estadio de Maracaná, contó con más de 3.000 voluntarios y 300 bailarines.

Los Juegos se inauguraron el pasado día 5 con una vistosa ceremonia dirigida, entre otros, por el realizador Fernando Meirelles, que repasó la historia del país y concedió protagonismo a la música brasileña, desde la bossanova a la samba sin olvidar el funk.

Tras la ceremonia, el presidente interino, Michel Temer, inauguró formalmente los Juegos en medio de un sonoro abucheo en Maracaná.

Temer, que sustituye desde el pasado mayo a la presidenta Dilma Rousseff, apartada temporalmente del poder por el Congreso, no ha vuelto a aparecer en los Juegos de Río pero eso no ha evitado los abucheos en su contra en algunas de las competencias e incluso en el parque olímpico.

Ajena de la crisis política, la fiesta de clausura pretendió demostrar que "el momento de apagar la llama es un nuevo comienzo. Vamos a mostrar lo que el brasileño tiene de mejor, la alegría", resumió el escenógrafo Abel Gómes. 

Más en Deporte General
Comentarios