Aunque durante las primeras sesiones de entrenamientos libres de China el británico Lewis Hamilton (Mercedes) fue el más rápido, este sábado los cronos estuvieron a favor del líder del campeonato, Sebastian Vettel (Ferrari), quien partirá desde la pole, mientras que los españoles Carlos Sainz y Fernando Alonso saldrán noveno y decimotercero.
El cuádruple campeón mundial de F1 realizó su mejor tiempo en el Q1 cubriendo los 5.451 metros de la pista shanghainesa en un minuto, 31 segundos y 95 milésimas, y saldrá en la primera línea acompañado de su compañero de equipo, el finlandés Kimi Raikkonen, 87 milésimas más lento que el alemán.
Ferrari correrá así este domingo desde la cabeza de la parrilla con sus dos pilotos empujando para que la Scuderia gane por fin el soñado campeonato de constructores, una década después de conseguir el último, en el año 2008.
Y Vettel, quien el pasado fin de semana obtuvo su cuadragésima novena victoria en Fórmula Uno en su carrera número 200, peleará para acumular en China, un país donde los números tienen una gran simbología, el medio centenar de victorias.
El piloto de 30 años ha arrancado más fuerte que nadie la temporada y, tras las dos victorias en Australia y Baréin, tendrá el reto de defender su liderato y sus 17 puntos de ventaja sobre el segundo (Hamilton), en un circuito en el que solo ha ganado una vez, en el 2009.
En la segunda línea se situarán los Mercedes. Pese a que el de Shanghái es uno de los circuitos predilectos de Hamilton (es el piloto con más victorias, cinco), finalmente ocupará la cuarta posición mañana, precedido de su compañero, Valtteri Bottas.
"Los puntos son muy posibles desde este comienzo, como pudimos ver en Baréin y Australia, pero tenemos que encontrar más ritmo en las próximas carreras", apuntó Alonso en un encuentro con la prensa tras la calificación, que lo dejó en el 13º de la parrilla.
