El Pontevedra CF sumó en la mañana de este sábado su sexta jornada consecutiva sin ganar. Lo hizo, sin embargo, con una notable diferencia en el aspecto futbolístico. Porque el conjunto granate mudó la imagen de las últimas semanas y rozó la victoria ante un Ibiza que llegaba a Pasarón enrachado, pero fue ligeramente inferior en líneas generales a los de casa.
El choque estuvo marcado por la igualdad. Cada metro se peleaba como el último y eso provocó que las defensas se impusiesen a los ataques. Kike López probó a Edu de falta directa en un buen inicio visitante, pero poco a poco, el PCF empezó a ganar terreno. Álex González tuvo cerca el gol en un chut que se fue rozando el palo. Fue la más destacable de un primer tiempo con más rigor que vistosidad.
La cosa siguió por los mismos derroteros en el segundo acto. El Pontevedra dio un pequeño paso adelante y tuvo cerca el 1-0 por medio de Bustos, que pasó de estar en Polonia a la titularidad. El extremo se abrió el hueco y a pie cambiado soltó un zurdazo que se fue lamiendo el poste de Leo, que nada pudo hacer poco después tras un mal despeje de Gonzalo, que dejó en posición franca a Álex González. Desde la frontal, el cántabro quiso ajustar demasiado y la mandó fuera por poco.
Los locales querían más, pero el Ibiza se defendía con excelencia. E incluso pudo anotar por medio de Rodado, que cruzó en exceso la pelota tras firmar un control orientado de categoría. Fue la ocasión más clara para los visitantes, que firmaron el empate en los minutos finales e impidieron que el Pontevedra pusiese fin a su mala dinámica.
