2-0. El Poio Pescamar vence a Roldán y se eleva a la estratosfera

Era un partido para coger definitivamente el cohete dirección playoff por el título de ganar. O no disipar la sombra de una posible zozobra de perder y encadenar una derrota a la eliminación copera del pasado martes. Pero el Poio Pescamar no duda de nada esta campaña. El conjunto rojillo superó en el último partido del año 2022 en casa a STV Roldán, un rival directo. Lo hizo a base de insistencia para doblegar a un enemigo durísimo, que vendió muy cara su piel, pero que acabó sucumbiendo ante las acometidas del conjunto local. El bloque pontevedrés sumó un triunfo que vale doble, pues pone 12 puntos de por medio con respecto al propio equipo murciano, quinto clasificado y primero que no optaría al campeonato.

Se presumía un encuentro igualado entre dos equipos llamados a estar en el playoff por el título. Y aunque la primera parte sí siguió esa tónica, lo cierto es que el Poio Pescamar tuvo momentos de asedio absoluto sobre la meta enemiga. Tan solo la falta de efectividad provocó que al descanso el 0-0 campease en el marcador.

Roldán quiso empezar esperando a media pista al cuadro local. Pero el balón rodaba rápido en los pies del Poio, que fluía y encontraba situaciones de gol. Laura Uña remató de cabeza pero algo por encima del larguero un balón a la espalda. Luego, la pívot probó su chut lejano, antes de que Noelia Montoro se interpusiese entre Peñalver y el gol tras una nueva jugada colectiva fabulosa de las rojillas.

Los sustos hicieron que el conjunto murciano modificase su plan: de esperar a ir más arriba. Le vino bien a Roldán esa modificación porque empezó a negarle espacio al Poio y a incomodarle en cada rincón del campo. Las de López-Tulla ya no fluían del mismo modo. E incluso un pase comprometido de Sandra Buzón sobre Escribano estuvo a punto de costar el 0-1. Gorriz arrebató el esférico a la catalana, pero no pudo apuntar entre palos, forzada, cuando se vio ante la meta cántabra.

El choque entró entonces en un tramo de máxima igualdad, con Roldán tratando de salir desde atrás a través de juntar sus piezas para atraer al Poio y jugarle a la espalda. No le sirvió para poner en aprietos de verdad al tercer clasificado. Pero al menos Almudena ya no tenía tanto trabajo. Hasta que el Poio volvió a asumir las riendas, empezó a encadenar pases y buenas presiones y volvió a meter atrás a su rival. Llegaron de nuevo las ocasiones en un arreó final en el que un chut de Dani rozó el palo. Poco después, Consuelo rebañó desde atrás un pase de gol o gol de Uña en una contra. El Poio volvía a rondar el gol y Almudena reapareció para evitarlo con un pie prodigioso en una parada acrobática a volea de Escribano.

Al fin, el premio

El cuadro poiense no había logrado doblegar la resistencia de su correoso rival. Y le costó otro buen rato hacerlo en el segundo tiempo. Aunque finalmente, lo consiguió. Tras un par de buenas acciones de una atentísima Sandra Buzón, que achicó de maravilla a Gorriz y se anticipó a Montoro en dos balones largos, el Poio volvió a la carga. Si no era de juego corrido, tenía que ser de balón parado. Luci avisó probando el larguero tras un córner. Y tras una jugada individual fabulosa de Peñalver, el Pescamar volvió a ganarse otro saque de esquina. Este, por fin, le dio rédito. El equipo volvió a sacar su repertorio de pizarra y dejó en posición franca a Dani Sousa, que desde los siete metros conectó una volea soberbia para, por fin, marcar el primer tanto de la tarde.

Habían pasado 32 minutos. Quedaban todavía ocho, pero cuando tan solo habían transcurrido dos, Joaquín Peñaranda apostó por jugar de cinco. Debía apretar los dientes el Poio y también lo hizo con varias defensas soberbias que cortaron cualquier camino al gol de Roldán, que sí rozó el tanto en la cabeza de una Alba Gandía que no cazó, por muy poco, un gran servicio diagonal.

El Poio era capaz de defender de manera sobresaliente y en ataque tenía pausa para que los segundos fuesen discurriendo y tratar de encontrar una para ampliar la diferencia. Laura Uña se topó con el palo tras deshacerse de Mayte Mateo, pero poco después, Buzón sí tuvo más puntería. La cancerbera aprovechó el gran trabajo defensivo de sus compañeras para quedarse la bola, otear la soledad de la portería visitante y colocar el esférico entre palos. Fue un gol de campo a campo que terminó de sellar un triunfo superlativo que pone al Poio en la estratosfera.