Un club no cumple dos décadas todos los días. Los tiempos que corren muchas veces juegan en contra del sustento, tanto económico como deportivo, de entidades de casi cualquier deporte, y el mero hecho de resistir en la élite año tras año debería ser motivo de celebración. El Club Saraiba ED Poio de Gimnasia Rítmica celebró el pasado domingo 20 años de vida, y lo hizo de una manera muy especial, llenando el pabellón de A Seca (Poio) de música y ambiente festivo, digno de una entidad que puede presumir de ser un referente en la gimnasia rítmica gallega.
Aprovechando este motivo, el Saraiba presentó en sociedad la temporada 2015-2016 y a todas sus componentes de la mejor manera posible, bailando y creando arte sobre el tapiz. Las 300 personas que abarrotaron las gradas del pabellón de A Seca disfrutaron de diversas coreografías ejecutadas a la perfección por las componentes del Saraiba, así como de un vídeo conmemorativo de los 20 años de historia que hizo saltar más de una lágrima.
Como bien explica una de las entrenadoras del club, Paula Piñeiro, «fue muy emocionante poder celebrar los 20 años del Saraiba ante un pabellón abarrotado y con 62 niñas mostrando sus coreografías con toda la ilusión del mundo». Dado que la nueva temporada se inicia en el mes de marzo con el Campeonato Gallego de categoría base, las chicas del Saraiba demostraron que su preparación va por el buen camino, aunque no fueron las únicas que lo dieron todo sobre la pista. Algunos padres, madres e incluso el presidente del club, Miguel Boullosa, se animaron a realizar una coreografía que dejó boquiabiertos a todos los asistentes a la gala. Como bien explica el propio presidente, «más bien me animaron a bailar, pero la verdad estuvo muy bien y fue muy emotivo. Hubo más lágrimas que otra cosa cuando se puso el vídeo conmemorativo (risas), pero la parte graciosa, sin duda, fue nuestra coreografía de gimnasia improvisada, aunque la gente salió muy contenta», comentó Miguel Boullosa.
Además de disfrutar con el espectáculo llevado a cabo por gimnastas y padres, el público asistente también tuvo tiempo para probar suerte en un sorteo hecho por el propio club en el que había en juego artículos de gimnasia rítmica «y un jamón», comentó entre risas Paula Piñeiro, sin duda un premio muy suculento.
Después de la emotiva jornada dominical, el Saraiba se prepara para una temporada en la que se espera «haya muchos éxitos tanto en las disciplinas de equipos como en las individuales, en las que estamos trabajando con gran interés en los últimos meses», explicó Paula Piñeiro. Lo que es seguro es que el futuro de este club está más que asegurado. Hay gimnasia rítmica de calidad para años.
