Un gol en el último segundo del veterano Carmelo Álvarez dio la victoria al Lirón Teucro, que regresó así a la senda del triunfo tras el tropiezo de la jornada anterior. Se impuso el cuadro lerezano en el derbi provincial ante un Disiclín BM Lalín que tuvo sus opciones y jugó un gran balonmano.
Comenzó el partido con una sorpresa local en defensa. Una presión sobre la primera línea del conjunto de Irene Vilaboa impedía las habituales circulaciones de balón de Dzokic y compañía, si bien, con paciencia, acabaron encontrando algún hueco por donde se colaba especialmente Rivas. Entre Rivas y Andrés Pérez consiguieron abrir una pequeña brecha en el marcador (5-7), que fue enjugada por Pedreira y Ramón Gil rápidamente. Los mejores minutos de Andrés Pérez tuvieron como resultado un parcial de 0-3, con tres tantos consecutivos suyos (7-10).
Tuvo que parar el partido Pablo Cacheda para tapar la vía de agua que tenía su equipo. Consiguió cerrar esa zona, a costa de desproteger el centro, lo que aprovecharon Blond, Herrera y Pintus para poner la máxima diferencia en el marcador (9-13). Batán logró situar a la escuadra dezana nuevamente a solo dos goles de diferencia, pero Rivas, en el último segundo de la primera parte, mandó el partido al descanso con 13-16.
El Disiclín BM Lalín salió dispuesto a ponerle las cosas difíciles al líder después del asueto. Con mucha intensidad en defensa, volvió a crear problemas en las circulaciones de balón del Lirón Teucro, que incluso falló un penalti (por mediación de Brais.
Santana evitó que la diferencia bajase a un solo gol al parar un siete metros a Pedreira. Sin embargo, no pudo evitar que Miguel García lo lograse un minuto después (18-19).
El partido estaba bonito y el conjunto dezano no daba su brazo a torcer. Un derbi es un derbi. Amparado en el buen hacer de su portero Villarroel -tres goles encajados en los primeros once minutos del segundo tiempo-, mantuvo el tipo hasta que Bruno Fernández robó un balón en defensa y logró empatar el encuentro (22-22).
Vilaboa entregó en la mesa la tarjeta verde. Sus jugadores estaban sin ideas en ataque y quedaban diez minutos para arreglar las cosas. Batán las empeoró poniendo el 23-22 y el poste, por sexta vez, evitó el empate, esta vez en un lanzamiento de Andrés Pérez, que lo tuvo nuevamente en sus manos un minuto después y se encontró con Villarroel.
Bruno Fernández puso el 24-22. En un abrir y cerrar de ojos Rivas y Pintus colocaron nuevamente las tablas en el marcador (24-24). La tensión se mascaba en el ambiente. A cada gol local respondió Pintus con solvencia y entrar así en el último minuto con todo por decidir y un 26-26.
El equipo lalinense atacó sin convicción para lograr la victoria y dio tres segundos al Teucro para que, tras el tiempo muerto de Irene Vilaboa, Santana enviara un pase de más de 20 metros a Carmelo Álvarez que cogió el balón en el aire, lanzó y logró un gol que val un triunfo de oro (26-27).
