La Sociedad Deportiva Teucro respira después de la victoria obtenida este sábado en el derbi ante el Balonmano Lalín. Acuciado por su situación tras la dolorosa derrota frente el Alicante los de Irene Vilaboa obtuvieron el primer triunfo de la temporada, que a la vez es balsámico porque le saca de la zona más baja de la tabla de clasificación de su grupo de la División de Honor Plata.
Un triunfo que cura parte de las heridas generadas por la derrota del pasado domingo y más con el aliciente de producirse en el derbi frente a una de las revelaciones del campeonato.
El equipo de Irene Vilaboa decidió el partido en una segunda mitad en la que fue muy superior a los locales. Con esta victoria, el conjunto pontevedrés suma dos puntos que le permiten subir varias posiciones en la tabla clasificatoria y encarar con más tranquilidad el choque de la próxima jornada contra el Ibiza.
En los primeros minutos destacaron las actuaciones de los porteros, que fueron capaces de frenar, en gran medida, los primeros ataques rivales. Prueba de ello es el resultado con tan pocos goles (4-4) cuando ya corría el minuto diez de partido. Ni siquiera las dos exclusiones que hubo en estos minutos iniciales, de Dacosta por los locales y Dzokic por los visitantes, hicieron que mejorara la capacidad anotadora de las dos escuadras.
A pesar de su escasa aportación goleadora, en esta primera mitad el juego ofensivo del Teucro no resultó del todo negativa. Los ataques visitantes llegaban casi siempre gracias a la buena aportación de Samu Pereiro, que surtió un buen número de balones para que un incisivo Ricardo rompiera continuamente a la zaga rival desde el costado izquierdo. La escasez de goles vino motivada, más que por malos ataques, por el gran nivel que mostraron Carlos Durán y Wermbter, que salvaron a sus equipos de recibir un buen número de tantos en contra.
Los jugadores del Teucro acompañaron el recital defensivo de su portero con una gran defensa 6:0 que permitió que solo encajaran diez goles en la primera parte, y llegaron al tiempo de descanso con un resultado favorable de 10-13.
La segunda mitad comenzó muy bien para el conjunto de Irene Vilaboa. Jugadores que habían estado más desaparecidos en ataque durante el primer período, como Ángel Iglesias, Dzokic o Diego Martínez, empezaron a ofrecer muy buenas prestaciones cuando su equipo tenía el balón. El acierto ofensivo se unió al recital de Wermbter, que siguió a lo suyo, y el Teucro logró una renta de cinco dianas que rompía la igualdad mostrada en el primer tiempo.
Según pasaban los minutos, el equipo visitante parecía sentirse cada vez más cómodo y el Lalín, más cansado y con más problemas para superar el entramado defensivo del Teucro. Con la entrada de Remeseiro, que se unió al mejor momento de jugadores como Ángel Iglesias y Dzokic, el técnico local, Pablo Cacheda, se vio obligado a pedir tiempo muerto en el ecuador del segundo acto. Aún así, el equipo dezano no pudo superar con clarividencia a los jugadores del Teucro que, poco a poco, fueron conscientes de que el de este sábado era un partido que no se les podía escapar.
Irene Vilaboa rotó poco a sus jugadores durante el partido, pero la escuadra lerezana pareció encontrarse mejor según avanzaban los minutos, sin dar excesivas muestras de cansancio.
En los últimos compases el Lalín dio un paso adelante e intentó buscar la heroica, pero la renta del Teucro era demasiado amplia como para recortarla en tan poco tiempo. Los dos puntos, por fin, viajaron para Pontevedra.
De nuevo en un encuentro de máxima rivalidad provincial el conjunto de Irene Vilaboa ofreció su mejor cara. Le sucedió frente al Novás ante el que completó el que era el mejor partido de la temporada y sucedió este sábado en el Lalín Arena.
Un triunfo que en cierta medida apaga las luces rojas que se encendieron el domingo tras la derrota, en su pista, frente a un rival directo: el Alicante ante el que ofreció una imagen decepcionante. Todo lo contrario que este sábado en el parquet del Lalín Arena en el que los azules sentenciaron en la segunda parte después de un choque muy sólido.
