El Pontevedra cayó sin paliativos en Madrid a manos del Unión Adarve (3-0). El equipo de Luismi Areda se dio de bruces contra un rival muy superior, que mantiene vivo el sueño de la permanencia. La escuadra lerezana no pudo superar en nada al conjunto local, a pesar de jugar la última media hora con un hombre más, y se llevó de vuelta a casa un abultado 3-0 en contra que pudo haber sido incluso peor. Pese a todo, el bloque granate sigue cerca de los puestos de fase de ascenso y se sitúa quinto, empatado a puntos con el Castilla, que es cuarto.
El conjunto visitante estuvo francamente mal en la primera mitad. En ningún momento se sintió cómodo sobre el césped artificial del García de la Mata, y sufrió lo indecible para contener las muchas y peligrosas acometidas de un Unión Adarve que fue el auténtico dominador de los 90 minutos en juego y resultado. El conjunto capitalino, más intenso de mediocampo en adelante y sólido en defensa, formó con dos líneas muy juntas y tres centrales que se erigieron en un muro prácticamente infranqueable.
Aun así, los hombres de Luismi Areda pudieron adelantarse en los compases iniciales en la única jugada del primer acto en la que consiguieron triangular: Romay conectó un taconazo de lujo para habilitar a Borja Domínguez, que, entrando solo desde atrás, se encontró con una gran respuesta de De las Heras para impedir el 0-1.
Fue de lo poco reseñable por parte del bloque lerezano hasta el descanso. Las cosas, a partir de ahí, se pusieron muy cuesta arriba para el Pontevedra. Primero avisó Álvaro, en un disparo desde dentro del área que obligó a Edu a estirarse bien abajo para desviar el esférico; poco después, en el ecuador del primer período, el Adarve consiguió ponerse por delante. El colegiado señaló como penalti un empujón de David Castro sobre Álvaro y Berodia no erró desde los once metros para adelantar a los suyos.
Eran minutos muy difíciles para el cuadro granate, que lleva mucho tiempo jugando con dificultades cada vez que se ve por debajo en el marcador. La situación todavía fue a peor. Álvaro, el mejor del Adarve en la primera parte, se aprovechó de un error de Adrián León para resolver bien en el uno para uno contra Edu. El central cántabro se equivocó al dejar botar la pelota y después no consiguió completar una buena cesión de cabeza a su portero, por lo que el atacante local se topó con la puerta totalmente abierta para castigar más aún al Pontevedra.
Los tantos dejaron aturdido al equipo lerezano, que no consiguió meterse en el partido. Tenía muchos problemas para impedir las segundas jugadas de su contrincante. El bloque de Luis Masero pudo irse al descanso incluso con una renta mayor, al estrellar Álvaro un remate de cabeza en el larguero.
Luismi buscó la reacción en la segunda parte añadiendo piernas frescas. Arruabarrena y Álex González entraron tras el descanso para tratar de dar soluciones al ataque del equipo pontevedrés. Con dos puntas en el campo, optó por el fútbol directo ante la dificultades para hacer circular el esférico contra un rival que acumulaba mucha gente por detrás del balón. La escuadra visitante lo intentó colgando balones al área y a pelota parada, pero sin encontrar nunca rematadores y sin que se produjesen ocasiones claras para alterar el resultado.
Las cosas se pusieron un poco mejor para los intereses granates cuando, superada la hora de juego, el local Jorge Rico fue expulsado al ver dos tarjetas amarillas prácticamente consecutivas. El Pontevedra tenía cerca de media hora por delante para tratar de darle la vuelta al partido.
Pero nada cambió. Mientras el Pontevedra seguía sin encontrar una forma de hacer daño a su rival, el Unión Adarve se hacía fuerte atrás y buscaba una oportunidad a la contra con la que culminar la goleada. Y así fue. Ya en el tiempo añadido, Ángel anotó un golazo para celebrar el tercer tanto de la mañana con un inapelable disparo desde la frontal del área ante el que nada pudo hacer Edu.
Con este resultado, el Pontevedra pone fin a una genial racha de cinco victorias consecutivas. Los pupilos de Luismi Areda viajarán la próxima jornada a Las Palmas de Gran Canaria como quintos en la clasificación.
