Hizo lo que pudo el Poio, pero no lo suficiente para frenar al vendaval que le venía por delante. El conjunto local comenzó adelantándose en el marcador, y todo hacía indicar que el partido se podía poner muy de cara para las locales. Presión y buen juego, al que le faltó orden, error que aprovechó el Burela para meter el dedo en la herida y llevarse así los tres puntos.
Las de Raúl Jiménez salieron con las ideas claras. El pabellón, abarrotado, era una olla a presión que no dejaba de alentar al Poio. Todos los factores eran positivos para un conjunto que dio el golpe en la mesa con un golazo de Anna Escribano a los seis minutos. Lo celebraron por todo lo alto las conserveras. Era el premio a un inicio insistente en el que el Poio no dejaba pasar a las rivales a su área: era zona restringida.
Pero la escuadra de Burela no le perdió la cara al partido y fue la excapitana del Poio, Jenny Lores, la encargada de plasmar en el empate la buena reacción naranja, aunque poco le duró la alegría porque Carolina volvió a adelantar a las locales.
Cilene fue la encargada de dar vida al equipo de Burela al filo del descanso y las pupilas de Julio Delgado salieron en la segunda mitad dispuestas a no dejarse sorprender. Bea Mateos y Lara marcaron diferencias, colocando el 2-4.
Un gol de Dani Sousa, con juego de cinco, puso emoción, pero Jozi, con un tanto desde su portería acabó con las aspiraciones del Poio, y redondeó así el triunfo del Pescados Rubén FSF.