El Frigoríficos del Morrazo se aleja de la permanencia después de caer en su pista ante el BM Guadalajara (32-33), en un partido en el que echó de menos a sus porteros en el primer tiempo y en el que se estrelló contra el veterano Hombrados cada vez que se acercó en el marcador durante el segundo.
El equipo cangués se jugaba la vida en el partido y eso se notó en el ambiente. Más de 2.000 espectadores abarrotaron O Gatañal. Pero su equipo se condenó con una desastrosa primera parte. Sus porteros no tocaron ni un balón y eso les penalizó.
Aprovechando una doble exclusión de Cerqueira y Potic, el Guadalajara cogió rápido una renta de tres goles (2-5, min.6) con la que jugó durante los primeros veinte minutos, apoyándose en el brazo de Márquez y en el juego con el pívot portugués Martins.
Los locales no se rindieron a pesar de ir siempre a remolque en el marcador
El técnico del cuadro morracense, Pillo, que ya había alternado a sus porteros, pidió tiempo muerto (8-12, min.19) y buscó una reacción con un cambio defensivo. De poco sirvió. Su equipo continuó sin intensidad y su portería sin tocar balones. Y lo pagó: el Guadalajara se disparó (11-17, min.24).
Regresó a la portería el brasileño Pedro Hermones en el segundo tiempo y dos paradas suyas, coincidiendo con una mejoría defensiva del equipo, dieron vida al Frigoríficos (16-19, min.32). Reaccionó el Guadalajara, que volvió a golpear (16-21). El partido estaba loco. Los cangueses volvieron a soñar con la remontada con un parcial 3-0 (19-21, min.37). César Montes pidió tiempo muerto.
REACCIÓN ABORTADA. El joven Márquez y el recién llegado Martins asumieron el protagonismo en el ataque. Y Hombrados echó en cerrojo a su portería. La diferencia del Guadalajara volvió a ser de cinco goles (25-30) a falta de diez minutos.
El Frigoríficos, alentado por su afición, no bajó los brazos e incluso dispuso de un ataque para ponerse a un gol (28-30) pero Potic erró su lanzamiento. Incluso poco después volvió a tener otro ataque para situarse a uno (29-31) pero Cerqueira perdió el balón. Ahí se le terminaron las balas pese a que continuó luchando hasta el final. El conjunto cangués ya no tenía opciones reales de rescatar ningún punto. Se quedó sin capacidad de conseguir la victoria que le permitiría dar un paso vital en su pelea por conservar la categoría durante una temporada más.
