La impresionante victoria de la pasada semana ante el Ademar se esperaba como un vial de motivación para afrontar la dura visita al Granollers. Sin embargo en tierras catalanas el Cisne Balonmano recibió un duro golpe. El conjunto blanco se vio fácilmente superado por el conjunto de Antonio Rama, un equipo que demostró que pese a no estar atravesando su mejor dinámica de la temporada es segundo en la clasificación por algo. El mal arranque de partido, la sensación de llegar tarde en la segunda mitad y una sequía goleadora propiciada por un alto número de pérdidas de balón -fueron más de 20 a lo largo de todo el partido- en los 15 minutos finales, resultaron fatídicos para un Cisne que cayó duramente en el Palau d'Esports (37-24).
Un mal arranque de partido del Cisne Balonmano le condenó a ir a remolque en el marcador durante toda la primera mitad -y a la postre en la segunda-. Y es que el conjunto pontevedrés no fue capaz de inaugurar su marcador hasta pasado el minuto 5 del encuentro -incluso Javier Márquez detuvo el crono cuando se cumplía el minuto 3- y un parcial de 5-0 en los primeros instantes del duelo fue suficiente para que el Granollers llevase la iniciativa y el electrónico a su favor.
Reaccionó el conjunto de Javier Márquez y es que en los siguientes cinco minutos llegó a recortar la distancia, pese a que los locales seguían encontrando hueco entre la defensa blanca y superando a un Roney Franzini que no terminaba de adaptarse al partido. Con el 9-5 en el luminoso el técnico blanco metió a Kilian Ramírez en la portería, pero la diferencia en el marcador no se conseguía reducir. El entrenador cisneísta volvió a detener el tiempo en el minuto 19, pero a la vuelta la ventaja de los locales se fue hasta los nueve tantos (15-6, minuto 19).
Dos goles consecutivos de los blancos, aprovechando la exclusión de Joan Amigó, hicieron que el técnico local pidiese tiempo muerto. A la vuelta Kilian Ramírez realizó tres paradas consecutivas y Mateo Arias puso el 15-9. Los minutos finales fueron un intercambio de goles entre los dos equipos que en un duelo más igualado hubiese supuesto un espectáculo para el espectador y un disfrute para los jugadores, pero que en este caso solamente favorecía a los locales ya que pese a que el Cisne lograba hacer daño en ataque el Granollers seguía manteniendo su ventaja y logró llegar al descanso con una renta de siete goles (18-11).
Tras el paso por vestuarios el Cisne volvió a salir mal a la pista catalana. El conjunto local salió con una marcha más y firmó un parcial de 3-1 para ampliar su ventaja hasta los nueve goles (21-12), pero Kilian Ramírez realizó tres paradas consecutivas y los goles de Carlos Álvarez permitieron al Cisne recortar un poco el marcador y obligó al Granollers a pedir tiempo muerto (21-15, minuto 36).
El despertar del Cisne parecía real tras las intervenciones del canario y con un Carlos Álvarez que salió enchufado tras el descanso e hizo mucho daño a la contra apoyándose en la buena actuación de su guardameta. Una dupla que permitió al Cisne ir poco a poco recortando la distancia hasta el 25-20 con el que se llegó al minuto 45. Sin embargo la reacción se quedó a medias y a partir de ahí el conjunto blanco entró de lleno en un bucle de malas decisiones, acciones y suerte ya que desde ese punto y hasta el final del partido tan solo consiguió marcar cuatro tantos.
Las pérdidas de balón en ataque permitieron al Granollers correr en más de una ocasión, haciendo mucho daño a una portería en la que Kilian Ramírez ya no estaba al mismo nivel. Javiva falló un siete metros, la fluídez en ataque y la ansiedad de encontrar puerta hacían que los de Márquez no fuesen capaces de encontrar precisión en los pases y la concentrada defensa del conjunto catalán se llevaba casi el 100% de los balones de las posesiones blancas.
El Cisne, completamente superado por su rival y las circunstancias del partido, tan solo podía esperar que la chicharra decretase el final y que la sangría que estaba viviendo parase. Finalmente el Granollers marcó su número 37 de la tarde, Rangel de la Rosa detuvo un lanzamiento de Cavalcanti y el Cisne regresó a casa con una dura derrota por 37-24.