La SD Teucro volvió a demostrar una vez más por qué es el líder destacado de la División de Honor Plata. Derrotó con contundencia al décimo clasificado, el Handbol Bordils, en un partido frenético y sin descanso en el que se anotaron la friolera de 75 tantos.
El conjunto dirigido por Quique Domínguez supo controlar en todo momento un duelo nada sencillo, ante un rival que lo dejó todo sobre la pista a pesar de no jugarse nada importante. Desde el minuto uno de juego el choque fue un auténtico correcalles, con los dos equipos volcados en tareas ofensivas y desplegando el juego que los caracteriza.
A pesar de la similitud existente entre ambos bloques en cuanto a visión de balonmano, fueron los pontevedreses los encargados de poner tierra de por medio a los diez minutos de partido (7-4). La fluidez en el ataque teucrista vino propiciada por el incansable trabajo defensivo, que logró minimizar el peligro del jugador franquicia del Bordils, Eduard Nono.
Conforme pasaban los minutos, el partido iba aumentando el ritmo. Los ataques no duraban prácticamente nada y el público parecía estar viendo un partido de tenis por momentos, con la pelota yendo de un lado a otro con extrema rapidez. Al descanso, el Teucro llegó con una cómoda ventaja de seis tantos (18-12).
MÁS DE LO MISMO. Con la reanudación, el duelo siguió el guión establecido en el primer acto. La intensidad no bajó ni un ápice y ambos equipos continuaron luchando cada balón como si fuese el último. En el bloque teucrista, un aspecto fue fundamental: todos los jugadores que estuvieron en pista, menos Dani Hernández, consiguieron anotar, lo que da buena muestra del gran trabajo en equipo realizado por los pontevedreses.
Mediada la segunda parte Quique Domínguez sustituyó a un acertado Ricardo Amérigo para dar entrada a Iago Gómez, que no quiso desentonar con su compañero y cuajó una excelente actuación bajo palos. Además, la actuación del canterano Iván Fernández se mereció los aplausos del público, ya que solventó el problema del extremo derecho (Edu Moledo estaba tocado en uno de sus tobillos) con gran oficio.
En el tramo final del encuentro, el Bordils nada pudo hacer ante el vendaval azulón. Carlos Pombo se unió a la fiesta y Borja Fernández y Carlos García dieron buena muestra de por qué son los capitanes, completando un partido redondo. Primera final conseguida, ya solo quedan cuatro.
