El Marín sufrió la primera derrota de la temporada tras ceder ante el filial del Baskonia en un partido marcado por la diferencia de rotación en uno y otro equipo. El desgaste físico de los pupilos de Javi Llorente en los minutos finales finiquitó unas opciones de triunfo que estuvieron vivas hasta los dos últimos minutos gracias a una buena actuación de resistencia coral.
Marín comenzó el partido atascado en ataque por los problemas de Gregory para buenas posiciones de tiro. El desacierto desde el perímetro del escolta norteamericano, complicó sobremanera las opciones de mantener el ritmo del conjunto local. Por esta razón, el equipo marinense tuvo que activar el plan B para llegar al descanso vivo en el marcador después de salvar hasta dos situaciones comprometedoras con varios minutos sin anotar.
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