Y el Peixegalego logró el milagro. En una loca y calurosa tarde de transistores y baloncesto, el equipo marinense logró el pasaporte a la fase de ascenso gracias a un memorable final del partido en el que Jorge Romero puso la magia, Sevillano la garra y Gregory el pulso.
El cuadro marinense hizo su parte del encargo contra el campeón, el Alicante, y encontró aliados en Castilla La Mancha: en el Villarrobledo, que impidió al Navarra ganar a sus anchas, y el Almansa, que batió a un Zamora claramente a la baja. Nada tendría sentido en la carambola si el cuadro de Marín no lograse el triunfo contra el campeón. El Peixegalego puede presumir de haber batido al mejor equipo de la categoría en ambos encuentros.
El quinteto marinense se llevó el partido merced a su acierto desde el perímetro y a sus últimas defensas, en las que el equipo ofreció su mejor cara, después de 35 minutos con algunas concesiones.
Romero, con tres triples mágicos en el momento decisivo, se convirtió en el héroe del día.