Andrés Sánchez compareció este martes por la tarde el hotel Galicia Palace para anunciar oficialmente lo que ya se barruntaba durante la pasada temporada: que deja el Club Balonmano Cisne. La razón principal es que considera que ya no tiene las fuerzas necesarias para enfrentarse a una temporada tan exigente como la del año que viene en Asobal. Además, siente que ha llegado el momento de dejar paso a una generación de talentos que vienen "desatados".
El presidente del Cisne, Santiago Picallo, acompañó al pontevedrés en una despedida en la que también estuvieron presentes muchos de sus ya excompañeros. El dirigente de la entidad tuvo palabras de cariño para un jugador muy querido dentro de la entidad y que es considerado un ejemplo. "En la formación de nuestros chicos él es un referente. Y ahí es donde yo me cabreo, porque no va a poder ser este año ejemplo para los chavales. Consiguió compaginar una carrera universitaria con la carrera deportiva. Y con una exigencia tremenda", reconoció Picallo.
Y es que la figura de Andrés Sánchez será recordada dentro del Cisne. Emigró del Teucro en el año 2009 junto a otros ya históricos del club, como Chan o Miguel Simón. Durante su trayectoria se asentó en el primer equipo con una generación dorada del balonmano pontevedrés como el actual capitán Javiva o Pablo Picallo, así como los citados Chan y Simón. De ellos, tan solo Chan y Javiva continúan en el club.
El lateral tuvo tiempo de emigrar un año a Ciudad Real para complementar sus estudios de Ingeniería Química. En la ciudad manchega coincidió con Javier Márquez, actual técnico del Cisne, que no le dirigirá en esta nueva etapa.
Con sus históricos compañeros, el lateral ayudó a que el equipo regresase a División de Honor Plata en la temporada 14-15. Tras varios años en la segunda categoría, todos ellos fueron parte del mayor éxito de la historia del club: el salto a la máxima categoría, en el 2020.
Precisamente aquel primer curso (2020-2021) en Asobal fue uno de los puntos de inflexión para que el pontevedrés haya decidido ahora dejar la entidad blanca. "El primer punto de inflexión es la primera temporada en Asobal. Fue un año duro. El tener que compaginar una liga profesional, con tanto viaje, tanto entrenamiento, ya me hace ir pensando que hay que darle el testigo a esta gente que ahora lo está cogiendo", expresó el primera línea nacido en el año 1993.
En esa temporada, sufrió una lesión del ligamento cruzado de la rodilla. Precisamente, su segundo punto de inflexión: "Es el punto de inflexión real. Lesionarme y ver que no pasó nada, que también se podía disfrutar del Cisne de otra forma me hizo pensar que el final se acercaba".
SEGUIRÁ JUGANDO. El deportista reconoció en su despedida que sopesó retirarse para centrarse en su trabajo, pero finalmente seguirá en las pistas: "Surgió la posibilidad de seguir jugando con todas las exigencias que yo podría tener de compatibilidad con el trabajo y de seriedad de proyecto y es lo que me ha llevado a seguir".
El pontevedrés fichará por el Atlético Novás y, por lo tanto, seguirá compitiendo en la División de Honor Plata.
