Adiós a una pionera

‘Cuchi’, primera por la izquierda en la fila superior. dp
photo_camera ‘Cuchi’, primera por la izquierda en la fila superior. dp

Reportaje:  El balonmano femenino pontevedrés despide a una de sus personas más importantes: África Lage ‘Cuchi’, fundadora y jugadora del Club Enxoval. Falleció el pasado jueves, a los 60 años de edad, en Málaga.

A FINALES DE LOS años 70, cinco pontevedresas se revelaron ante su destino para poder seguir practicando el deporte que les gustaba y para permitir que otras jóvenes pudieran hacerlo también. De esa ilusión nació el histórico Enxoval, que se mantuvo con vida hasta principios de los años 90. Un periodo cargado de éxitos para un club que vivió su época de oro hasta finales de los 80, y que se convirtió en uno de los referentes del balonmano femenino gallego.

La historia del Enxoval y del balonmano femenino pontevedrés sería imposible de entender sin las figuras de Nieves Gamallo; Ángeles del Río, conocida popularmente como ‘Morocha’; Mercedes Couselo, Isabel García Tobío ‘Mabel’ y África Lage Vidal ‘Cuchi’, que el pasado jueves, a los 60 años, falleció en Málaga tras una larga enfermedad.

Con la pérdida de ‘Cuchi’, que sorprendentemente apenas ha tenido trascendencia en Pontevedra, el balonmano femenino llora el adiós de una de sus pioneras. Una jugadora que destacó en el puesto de pivote, siendo una de las líderes del Enxoval, que poco a poco fue erigiéndose en uno de los referentes del balonmano femenino gallego, aunque para el club ella fue mucho más que una simple jugadora.

Su primer contacto con el balonmano se produjo en el Instituto, que durante los años sesenta (tanto el centro masculino como el femenino) se convirtió en el auténtico vivero de este deporte, y también de otros, de la ciudad. Uno de sus primeros éxitos se produjo a principios de los 70, cuando ayudó a que la Escuela Normal (Magisterio) de Pontevedra se proclamara campeona de España, triunfo que fue toda una sorpresa, teniendo en cuenta el potencial de los rivales.

Titulada como profesora, ejerció laboralmente como empleada de caja, primero en Caja Rural y posteriormente en Caixa Galicia, un empleo que le impidió, en determinados momentos, dedicarse durante más tiempo a una de sus grandes pasiones: el balonmano. Estuvo alejada de las pistas durante un tiempo, hasta que en 1978 y a raíz de que por segunda vez el Teucro deshizo su sección femenina, fue una de las fundadoras del Enxoval.

‘Cuchi’, junto a Mercedes y Mabel, continuó jugando, mientras que ‘Morocha’ se encargó de aspectos relacionados con la gestión y Nieves Gamallo de la parcela deportiva. En el Enxoval se englobaron todos los sentimientos relacionados con el balonmano femenino que, por fin, contaba con un club propio en Pontevedra. Pronto contó con una estructura envidiable y con un elevado número de licencias.

También desempeñó un papel crucial para que el club organizara las dos ediciones de un torneo -llevaba el nombre de la entidad- que en su segundo año fue el más importante de España por delante del de León y en el que tomaron parte, entre otros, el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Drott sueco o el Caja de Ronda de Málaga, además de la SD Teucro.

Fase de ascenso

Uno de los momentos más importantes como jugadora le llegó casi al final de su trayectoria, cuando el Enxoval, del 11 al 14 de abril de 1985, disputó en el Pabellón Municipal de Pontevedra la fase de ascenso a la División de Honor en la que tomaron parte, entre otros, el Mataró, Pegaso, Tirma Canarias, Barakaldo, Zarauz o el Molins.

Las pontevedresas se clasificaron para una de las dos finales, cuyo ganador lograba el ascenso, pero en un partido con cierta polémica, según las crónicas de aquel entonces. El Citroën, al que no le interesaba ascender, acabó derrotando por un gol (13-14) al conjunto que era entrenado por Paulino Martín.

HERNING (DINAMARCA)

La selección española de balonmano tratará de sellar hoy (16.00 horas, Teledeporte) la clasificación para las semifinales del Europeo de Dinamarca con un triunfo sobre Macedonia, que llega al encuentro sin nada en juego.

No obstante, al equipo español le basta con un empate para disputar su cuarta semifinal en un gran campeonato internacional en los últimos cuatro años. Para ello, el conjunto español deberá recuperar el nivel defensivo en el que ha basado sus últimos éxitos y que en este Europeo, salvo en momentos puntuales, se ha visto notablemente rebajado.

Todo un problema para la selección, que no solo no ha sido capaz de cerrar su portería como en anteriores campeonatos, sino que además se ha visto privada de otra de sus principales armas, su fulgurante juego de contragolpe.

Todo eso ha obligado a España a depender en exceso del ataque estático, una faceta del juego en las que los hombres de Manolo Cadenas, pese a la evidente progresión, se muestran menos cómodos, especialmente cuando se miden con defensas muy cerradas. Son defensas 6-0 como la que acostumbra a utilizar Macedonia, que pondrá a prueba no solo la variedad de recursos del conjunto español, sino la templanza de los jugadores españoles, dada la dureza, a veces excesiva, que acostumbran a emplear jugadores como Mirkulovski, Jonovski y Stoilov.

Julen Aguinagalde, que firmó ocho goles el lunes ante Austria, será nuevamente el eje sobre el que gire el juego ofensivo.

Enfrente, los españoles deberán vigilar especialmente al lateral del Barcelona Kiril Lazarov, máximo goleador del torneo con 38 tantos, aunque también destacan los extremos Dejan Manaskov y Goce Georgievski, así como el lateral Filip Mirkulovski. Esos mimbres, sin embargo, no deberían bastar para que Macedonia sorprenda a los hombres de Manolo Cadenas.

El dato

Organizadora de Barcelona 92

Una vez retirada como jugadora, siguió comprometida con su deporte, no en vano en 1992 formó parte del comité organizador de los torneos de balonmano de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Además, durante un tiempo estuvo vinculada a Asobal, con la que colaboró en las diferentes competiciones que desarrollaba la asociación de clubes. Ya alejada del balonmano, desde hace casi una década vivía en Málaga, aunque, como mínimo, una vez por año visitaba la ciudad que la vio nacer, donde pasó la mayoría de su tiempo y en la que jugó un papel importante en su deporte.

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