Adrián Esperón: "Jamás me hubiese imaginado que el baile deportivo se convertiría en mi trabajo"

Los 14 campeonatos de España, las dos semifinales de Europa y del Mundo, ser semifinalista de los World Games y llegar a los primeros puestos del ranking mundial conforman el palmarés de este pontevedrés que se enganchó al baile cuando aún era un niño y que con los años ha sabido reinventarse sin renunciar a una pasión que paso a paso acabaría convirtiendo en su forma de vida.

Adrián Esperón. DP
photo_camera Adrián Esperón. DP

COMPROMETIDO con el baile desde los 8 años, Adrián Esperón hace un repaso de sus inicios y de cómo ha cambiado su vida desde que dejó la competición para centrarse en dirigir su escuela, PonteBaile.

Empezaste muy joven en el mundo del baile deportivo. ¿Habías tenido tiempo de practicar otros deportes?

En aquella época también hacía balonmano. Jugaba en el colegio Álvarez Limeses y luego también estuve un tiempo en el Teucro. Lo combinaba con el baile aunque llegó un momento que necesitaba tiempo para estudiar y tuve que tomar una decisión.

Y te quedaste con el baile. ¿Qué tenía el baile que no tenía el balonmano?

En realidad muchas cosas. Yo siembre me lo tomo un poco a risa pero es verdad. En el baile estaba siempre rodeado de chicas. Algo que, por otro lado, hacía que los chavales se metiesen un poco conmigo.

Pero tu eras más listo que ellos...

(Risas). Eso para mí era una gran ventaja. Luego también el grupo de amigos, el hecho de que el baile te daba la oportunidad de viajar por toda España...

Todo el mundo puede bailar. Ejecutar unos pasos y seguir un ritmo es cuestión de práctica. Como todo en la vida

Las competiciones te han llevado a recorrer multitud de países... ¿Te habías llegado a imaginar que tendrías semejante proyección?

Para nada. Jamás hubiese pensado que hoy en día se convertiría en mi trabajo.

Junto a Patricia Martínez has pasado muchos años entrenando durante horas. Tanto tiempo juntos imagino que algún roce surgiría. ¿Cómo se gestiona eso?

Con Patricia he bailado 13 o 14 años seguidos, algo muy difícil en este mundillo ya que esos roces que surgen de la competición o los entrenamientos hacen que las parejas se vayan cambiando. En nuestro caso los entrenadores nos inculcaron que lo importante era estar siempre bien para ser una pareja imbatible. Fue algo que trabajamos mucho con nuestra psicóloga deportiva. Evitar posibles problemas.

Supongo que eso se manifiesta luego en la pista.

Sí, aunque también hay mucho teatro en el baile (risas). Si hay algún enfado, hay que saber tirar de teatro.

Trato de tomarme la vida con alegría. Pero también soy muy meticuloso y a veces hasta pesado con que todo salga perfecto

Actualmente, además del título de profesor tienes también el de juez. Si bien no has tenido oportunidad todavía de debutar como jurado, en tu día a día ¿te juzgas mucho a ti mismo?

Antes, cuando competía, sí que lo hacía cada dos por tres. Después de los campeonatos siempre pensaba en lo que podría haber hecho mejor... Hoy en día, aunque en menor medida, lo hago en relación a mi trabajo.

Basta con echar un vistazo a tu trayectoria para entender que 'comprometido' es una de las palabras que mejor te definen. ¿Cuáles añadirías?

(Risas). Pues creo que soy un chaval dinámico, activo... Me gusta tratar con la gente, soy bastante abierto y suelo estar de broma. Trato de tomarme la vida con alegría. Pero también soy muy meticuloso y a veces hasta pesado con que todo salga perfecto.

Bueno, esa perfección habrá contribuido a que llegases tan lejos...

(Risas). Sí, puede ser. Las cosas negativas que veo en mí quizá me hayan ayudado aunque sí que muchas veces las eliminaría.

Cambiando de tercio, como profesor, ¿qué le dirías a todos aquellos que dicen eso de 'soy negado o negada para el baile'?

Yo creo que pensar eso es erróneo. Después de haber aprendido, no solo a bailar, sino lo que se debe de hacer para poder bailar bien, sé que todo el mundo puede bailar. Lógicamente no será un campeón de España o del Mundo pero ejecutar unos pasos y seguir un ritmo es cuestión de práctica, tiempo y empeño. Como en todo en la vida.

Aunque a mí se me ha conocido más por los ritmos más clásico, ahora mismo me quedo con los ritmos latinos

Y como no hay baile sin música... ¿cuál es el género musical que más te inspira a la hora de crear una coreografía?

Aunque depende del estilo de baile la verdad es que soy bastante clásico. Si tengo que montar una coreografía de tango me voy a Mi Buenos Aires querido. Eso sí, si hablamos de bachata busco entre las canciones más modernas como Despacito, por ejemplo.

Entonces, ¿eres más de ritmos latinos o prefieres un vals o un tango?

Aunque a mí se me ha conocido más por los ritmos más clásico, ahora mismo me quedo con los ritmos latinos.

Y para terminar, ahora que tienes más tiempo libre, ¿Te has enganchado ya a alguna nueva afición?

Cuando tenía en mente dejar la competición pensaba en realizar algo que hasta aquel momento no había podido hacer por falta de tiempo. Sin embargo, ha pasado un año y todavía es algo que tengo pendiente.

Ese sería un buen propósito para el 2019...

(Risas). Pues quizá sí. Para el 2019 tengo pendiente empezar una nueva afición.

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