A perro flaco, todo son pulgas. El Pontevedra todavía se recuperaba de la dura derrota ante el Atlético de Madrid cuando, en el tramo final del entrenamiento del lunes, Javi López encendió todas las alarmas. El extremo andaluz se hizo daño en su rodilla izquierda y tuvo que abandonar la sesión con visibles gestos de dolor y preocupación.
El lance en el que López dañó su articulación fue una acción fortuita con Jaouad Erraji en el partidillo final entre los jugadores que no se cargaron de minutos ante el Atlético B. En una disputa por el balón, el zaguero marroquí cargó al extremo, que pisó mal con su pierna izquierda y notó cómo su rodilla sufrió.
El lance asustó al momento a López, un futbolista que a finales de este mismo verano completó su proceso de recuperación de una rotura de ligamento cruzado de su rodilla derecha. Tras solicitar la asistencia señalando que se había dañado "la otra" articulación, fueron varios los compañeros que se acercaron para interesarse por el estado de un hombre querido dentro de la plantilla y que ha sufrido mucho en estos últimos meses para volver a conseguir el alta competitiva.
Por el momento, pese a que las sensaciones del jugador no fueron positivas tras la lesión, se desconoce el alcance de la dolencia. El equipo descansa este martes y, posiblemente en los próximos días, se le realizarán las correspondientes pruebas médicas para comprobar qué padece el futbolista en su articulación.
EDU, AL MARGEN. Mientras, Edu Sousa trabajó al margen del grupo por sus molestias en el músculo isquiotibial. El portero tuvo que pedir en cambio el pasado domingo al poco de comenzar la segunda parte y en la sesión realizó trabajo específico y fue tratado por el fisioterapeuta del club, Manu Barros.
Quien también sigue al margen es Campillo, que no participó en la sesión del lunes. Se espera que el futbolista pueda reincorporarse a los entrenamientos con el grupo en la segunda quincena del mes, una vez se recupere de su rotura fibrilar en el bíceps femoral.
