El agua es su pasión. Tanto, que Alejandra Muíños no ha querido practicar nada distinto a la natación desde que era muy pequeña. Pero con seis años, la pontevedresa decidió dar un paso adelante y convertirse en una artista en la piscina al comenzar en natación artística en el Club Natación Sincroniza de Pontevedra. "Lo que más disfruto de este deporte es estar en el agua", reconoce, "es algo que me gusta mucho y creo que por eso practico esta disciplina".
"El trabajo en equipo" y el toque artístico de la natación artística son otros de los factores que conquistaron a Muíños. Pero el camino no ha sido fácil para la nadadora. "La temporada pasada me rompí el pie en el patio del colegio. Teníamos ya casi preparada la coreografía y todo para ir al Campeonato Gallego, pero no pude ir porque estaba escayolada", relata, "me dio bajón estar trabajando para al final no poder ir".
La pontevedresa reconoce que le costó "volver a entrenar". Y es que estuvo algo más de dos meses "sin hacer nada", entre la rehabilitación y la vuelta a la rutina deportiva. "Fue difícil volver al ritmo de antes", reconoce, aunque lo cierto es que Muíños volvió con más fuerza que nunca. Ahora entrena cuatro horas durante tres días a la semana y dos horas y media más los domingos. Aunque está en categoría alevín, en la que compite de forma individual, su preparación es junto a las infantiles del club pontevedrés, ya que no hay más deportistas de su categoría.
"Me encuentro bien con las mayores. Es una sensación de pensar siempre: Que me salga bien por favor cuando vamos a competir", reconoce Muíños. La pontevedresa recuerda que se ponía "muy nerviosa" en las primeras competiciones a las que acudió, "pero sabiendo que eres capaz de hacerlo porque ya lo has hecho en los entrenamientos, al final lo consigues y cuando acabas te sientes bien".
Ahora, con más experiencia, cuando más nerviosa se pone la nadadora es en coreografías "porque en figuras no te está mirando tanta gente, solo los jueces, aunque también es muy importante porque al final de temporada dan medallas a las mejores".
Para llegar a ser la mejor, Muíños sabe que hay que trabajar todo: flexibilidad, fuerza, velocidad, remadas... La pontevedresa es constante en sus rutinas, aunque confiesa que le gustaría mejorar "la flexibilidad, creo que me hace falta trabajarla un poco más". Después de media vida dedicada a su pasión, Muíños ya se siente como pez en el agua y sueña, algún día, "ser campeona de los Juegos Olímpicos. Esa ambición por mejorar es lo que me empuja a seguir aquí".
Un problema al que se le sumó el cierre de Rías do Sur, que limita notablemente las instalaciones a las que el club puede recurrir para sus entrenamientos. En la actualidad, las nadadoras del CNS Pontevedra alternan sus sesiones entre el CGTD y la piscina de Campolongo. Las deportistas están entre los 7 y los 43 años de edad, aunque cualquiera que sepa nadar puede unirse.
Además, el club ha puesto en marcha un equipo sénior y uno máster. Desde el CNS Pontevedra resaltan la importancia de hacer del club y sus equipos una familia, en la que nadadoras y técnicas comparten una pasión, así como aprender valores a través de este deporte.
Cuando se acercan la primavera y el verano, el CNS Pontevedra organiza dos torneos para impulsar la natación artística: el Trofeo Deputación, que se disputa en la Escuela Naval Militar de Marín, y el Trofeo Concello de Pontevedra, en la piscina del Casino Mercantil de Mourente.
