Una de las grandes referencias de la esgrima española, la tiradora olímpica Araceli Navarro, se convirtió en la protagonista de la concentración de sable de Navidad que llevó a cabo la Escola Hungaresa de Esgrima-Pontevedra en colaboración con la Federación Galega.
Navarro fue la encargada de impartir sus conocimientos y aplicarlos con los jóvenes sablistas pontevedreses, tanto desde el punto de vista técnico, como el táctico o el estratégico. "Hemos intentado trasladar a los tiradores consejos tácticos a la hora de plantear un asalto y algunas cuestiones de mentalidad. Su técnica es buena. Carecen de algo más de táctica porque les falta algo de experiencia en competiciones, que es lo que al final te permite mejorar en ese aspecto", explicó la propia deportista olímpica, una de las más grandes de su modalidad en España de todos los tiempos.
En la concentración se citan seis competidores de categorías infantil, cadete y juvenil, bajo la supervisión de Adrián Cubela, alma mater del club pontevedrés, uno de los más relevantes del sable autonómico.
TRABAJO MENTAL. Además del trabajo meramente técnico, también se concedió importancia al mental. La concentración contó con la presencia del psicólogo deportivo Hugo Fernández, que realizó sesiones con los jóvenes tiradores para perfeccionar técnicas de entrenamiento de la mente, con el objetivo de poder sacar el máximo rendimiento en cada duelo.
La presencia de Navarro tuvo un momento álgido cuando recibió la visita de los niños y niñas del Esgrima Pontevedra, con los que pudo charlar, hacer bromas e incluso demostrar habilidades. "Ha sido muy bonito. Hemos echado un asalto de todos contra mí, que me han ganado. Ha sido muy divertido compartir ese rato con ellos", explicaba la propia protagonista, que este miércoles se fue de Galicia teniendo una grata impresión de las cualidades de sus pupilos de la concentración.
"Tienen mucho talento y aprenden rápido. Tienen una gran actitud, de admirar. Lo único que falta es que vuelvan las competiciones y puedan poner en práctica todo lo que han aprendido", destacó Navarro al respecto de los tiradores con los que desarrolló su labor. "He aprendido mucho de ellos".
La madrileña es una de las deportistas más dominadoras en una disciplina a nivel nacional. Ha ganado 13 títulos españoles de esgrima. Ha participado en los Juegos Olímpicos. En Pekín 2008, con solo 19 años, no pudo pasar de la segunda ronda debido a una luxación de hombro que desembocó en lágrimas de dolor y frustración. Su experiencia en pruebas internacionales es amplísima, con posiciones notables en campeonatos de Europa y éxitos en Copas del Mundo Satélite. Sin embargo, su mayor tesoro es la máxima humildad con que se comporta en cada gesto.
OBJETIVO OLÍMPICO. A sus 31 años sueña con obtener el pasaporte para volver a ser olímpica, este año, en Tokio 2021, en plena madurez para ejercer su deporte. "Tengo que estar preparada para cuando regrese la competición. Estoy satisfecha porque me fue bien en el Campeonato de España, en el que me sentí muy a gusto", relata como balance de un duro año de pandemia.
Aunque tiene vocación de maestra y probablemente sus lecciones se coticen como el oro, todavía tiene por delante un ciclo olímpico completo, cuando menos. "Espero aguantar unos años más, si las lesiones me lo permiten, y llegar hasta los Juegos de París, porque me encuentro bien y no creo que sea momento de retirarse".
La sablista madrileña pidió a 2021 más compromiso para su deporte, con el fin de que los jóvenes tiradores con mayor talento puedan seguir practicando la actividad hasta alcanzar la élite, en una país, España, en el que la esgrima ha dado importantes pasos en las últimas décadas.
Disputó la segunda ronda precisamente el día de su décimo noveno cumpleaños. Afrontaba el asalto contra la estadounidense Becca Ward, contra quien perdía por 10 tocados a 7, cuando sufrió una luxación en el hombro izquierdo que le impidió continuar. Aquello desató las lágrimas de desesperación, dolor e impotencia de la sablista española.
Se ha proclamado campeona nacional absoluta en trece ocasiones, cuatro de ellas estando todavía en edad júnior. Ha sido bronce mundial júnior y dos veces quinta europea absoluta individual.
