Añón, en pequeñas dosis

La lesión de pubis del delantero del Pontevedra invita a Luismi a administrar sus esfuerzos en los partidos para optimizar su rendimiento

Añón persigue a Prosi en un entrenamiento del Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Añón persigue a Prosi en un entrenamiento del Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

PONTEVEDRA. El día a día determinará la presencia de David Añón en los siguientes partidos. El delantero coruñés sigue con dolores en el pubis causados por un edema óseo que le impiden ejercitarse al ritmo de sus compañeros. Pero su importancia y su influencia en el juego y el complicado momento por el que atraviesa el equipo convierten su concurso en los encuentros en necesario. De ahí que el cuerpo técnico, de acuerdo con el propio futbolista, intentará administrar los recursos físicos del larachés para que pueda realizar la mejor aportación posible al colectivo en las siguientes citas.

El plan de trabajo de esta semana para Jesús Berrocal, aquejado de molestias en el abductor, es el mismo que para Añón. «Estamos cuidándolos para que lleguen en condiciones al domingo. Lo importante es el partido. Durante la semana vamos comprobando sus sensaciones. Faltan dos días y vemos cómo van evolucionando», explicaba el entrenador del PCF, Luismi, al finalizar el entrenamiento de ayer del equipo granate, en Pasarón.

El propio David Añón se plantea la posibilidad de infiltrarse para poder sobrellevar mejor las molestias durante el choque ante el Cerceda y poder disponer de minutos de calidad. El jugador padece dolores físicos desde hace más de dos meses. El máximo goleador del equipo pontevedrés se infiltró en varios enfrentamientos para evitar el dolor.

Cuando menos, Edu Sousa tiene garantizada su presencia en el envite dominical, tras el susto que sufrió en el entrenamiento del pasado miércoles.

Por otra parte, Luismi manifestó ayer que los futbolistas tienen motivaciones revanchistas tras el mal partido que jugaron en Vigo. «Tienen una edad y saben lo que han hecho en Bouzas. Están dolidos. Que se hable de actitud y de ganas, al futbolista le toca el corazón, el orgullo. El lunes estaban fastidiados y están entrenando con la intención de que llegue el domingo y de lavar la imagen que hemos dado contra el Rápido».

El atacante lleva dos semanas sin trabajar con sus compañeros y podría jugar infiltrado en los siguientes encuentros

El técnico sigue sin dar importancia a su interinidad y sin pensar más allá del mañana. «Comerme la cabeza con cosas que no están en mis manos no tiene sentido. En mis manos está sacarle rendimiento a cada jugador y al grupo. Ese es mi objetivo. No pierdo el tiempo en pensar más allá».

Lo que sí considera algo más incómodo son los rumores del mercado de fichajes. «Todo lo que suponga hablar de posibles entradas y salidas, aunque no se digan nombres, afecta a los futbolistas, ya que son los implicados. Pero también es nuestra función, la del cuerpo técnico, aislarlos y hacer que se concentren en el día a día. Si en el futuro alguno de nosotros no continúa aquí, debemos tener la conciencia tranquila y que nadie nos pueda recriminar que no hemos dado el cien por ciento».

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