Apostando por el balonmano desde 1964

Mucho han cambiado las cosas desde que en 1964 el Cisne OJE abría sus puertas a los amantes del deporte.

Hoy por hoy, pronunciar Cisne en Pontevedra es sinónimo de balonmano, pero no siempre fue así. Al principio, en los sesenta, el club nació con vocación interdisciplinar. Baloncesto, atletismo, voleibol, balonmano o el piragüismo que en su época también cosechó victorias importantes. Poco a poco, avanzamos hasta los años setenta, el club se fue centrando en la disciplina que siempre fue su buque insignia: el balonmano, mientras que los otros deportes se fueron 'independizando' y empezando una nueva vida fuera del Cisne.

Durante estos años la 'familia cisnéista' ha vivido con intensidad todo lo relacionado con este deporte en Pontevedra. Desde el auge, a mitad de los 80 de la fiebre por este deporte hasta el inevitable bajón y desde hace años, la estabilidad. Santi Picallo, presidente del Club, recuerda que este deporte está muy arraigado en Pontevedra desde hace decenios y rememora algunos de los momentos legendarios en la andadura de una entidad a la que ha estado estrechamente vinculado durante toda su vida.

''Entre las cosas más importantes que hemos hecho, el equipo juvenil donde jugué yo, que quedó cuarto en el Campeonato de España en el año 1978 y después el ascenso a Primera Nacional que tuvo lugar en al año 82. Todo esto fue muy importante para el club. Competíamos con el Teucro en la misma categoría, con unos llenazos enormes'', recuerda Picallo.

En 2011 la esencia del club sigue intacta y la base sigue siendo uno de los pilares en los que se cimenta la estabilidad de una entidad que está a punto de cumplir el medio siglo.

Aproximadamente 100 chavales engrosan las filas de las diferentes categorías base del club: benjamínes, alevínes, infantiles, cadete y juvenil. Todo ellos comparten el sueño de poder jugar algun día en el equipo sénior del Cisne.

Alguna temporada, la fiebre por el balonmano era tal que hubo que hacer dos equipos en más de una categoría, pero después de la tormenta llega la calma y el número de niños por temporada ya se ha normalizado.

La base viene pisando fuerte y van consiguiendo sus triunfos, la pasada temporada los juveniles quedaron en el tercer puesto de la clasificación, a dos puntos del segundo.

El cadete quedó séptimo y el infantil consiguió la décima plaza, todos ellos en División de Honor.

Otros que vienen pisando fuerte son los alevines, que quedaron campeones provinciales, un logro que no se daba en el seno del club desde hace diez años. ''Da gusto verlos jugar'', asegura Picallo. A pesar de esto la búsqueda de nuevos jugadores y aficionados se está llevando, desde hace relativamente poco, a los colegios. ''En Pontevedra cada vez hay más deportes y hay que estar atento'', declaró el presidente. De esta ansia de captación ha surgido un acuerdo con el Sagrado Corazón, Los Sauces y el Colegio San José. El objetivo para esta temporada es claro: ''El de siempre, intentar manternos'', expresó Santi Picallo.

En definitiva, el Cisne sigue un año luchando contra viento y marea y perpetuando una estirpe de jugadores que llevan el balonmano en la sangre. Ahora da comienzo otra temporada llena de objetivos, la de 2011-2012 . Unos jugadores, una directiva y un cuerpo técnico que sigue viviendo intensamente este deporte generación tras generación. Que dure.

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