"Mi baja por la lesión está siendo dura. Ahora digo que es mejor no marcar plazos"

Rufino Familia, 'Rufo', se lesionó el pasado 24 de octubre en Segovia. Lo que parecía que iba a ser una ausencia de seis semanas se ha prolongado dos meses y medio. Tras las Navidades, ya ve el final del túnel y confía en regresar en Santiago o ante el Móstoles. Aunque es prudente para evitar otro 'batacazo' como los que ha sufrido durante su recuperación 
Rufino Familia 'Rufo', delantero del Pontevedra CF. GONZALO GARCÍA
photo_camera Rufino Familia 'Rufo', delantero del Pontevedra CF. GONZALO GARCÍA

Apurando su tramo final de recuperación de la lesión del esguince de los ligamentos de tobillo y el edema en el hueso astrágalo, Rufo Familias (Madrid, 1986) analiza la actualidad del club y su figura a nivel humano y futbolístico.

Empecemos por la pregunta del millón: ¿cómo está de su lesión?

Algo más animado, porque parece que voy viendo un poquito más la luz. Está siendo una lesión pesada, sobre todo psicológicamente, porque no sabes plazos, fechas... Se trata de comprobar sobre todo que el edema se absorbe, que es el principal problema porque suelen tardar mucho. Y esa recuperación ir compaginándola con mis sensaciones. Así que hay que tener mucha tranquilidad, aunque cuesta mucho verse día tras día fuera del grupo y sin saber la fecha límite. Se está haciendo ‘durillo’ por las ganas de volver, pero ya queda menos.

Es que en un principio parecía que iba a volver en dos meses. Y está a punto de cumplir tres.

A las seis semanas, que fue la primera fecha que se puso, ya me dijeron que iba a entrar con el grupo. Hicimos una resonancia previa para confi rmar que todo estuviera mejor y salió peor. Fue un ‘batacazo’. Tuve que estar 15 días prácticamente parado, sin impactos. Y ahora, después de las vacaciones hemos hecho otra prueba que ha salido algo mejor. Así que estamos tratando de arrancar poco a poco en el campo.

¿Cómo está siendo el trabajo de recuperación? ¿Han destinado más recursos de los habituales para poder acelerar esta recuperación tan compleja?

Lo estamos tratando con Asepeyo, la mutua ligada con el club, con Pepe (Barragáns) y con Borja (Ríos), el fi sio. Entre ellos estamos haciendo el grupo de trabajo. Pepe se encarga de las resonancias o de ponerme factores de crecimiento. Y Borja más del día a día. Ahora también hemos empezado con (Sergio) Moreira, el segundo entrenador, a hacer trabajo de piscina para poder meterme mucha más caña sin que haya impacto.

¿Ha notado la marcha de Álex Otero al Zamora en ese proceso de readaptación?

A mí no me infl uyó mucho, porque cuando él estaba yo no hacía trabajo de readaptación al fútbol todavía. Pero más allá de lo que es la fi gura de readaptador, su ausencia se nota mucho porque es una persona maravillosa. Es un tío con una sonrisa en la cara 24 horas. Yo siempre se lo digo. Ha sido una baja dura para el grupo porque era un chaval muy majo.

"A las seis semanas iba a entrar con el grupo. Hicimos una resonancia y la cosa salió peor. Tuve que parar 15 días y fue un batacazo"

Volviendo a su lesión, si se rompe un ligamento de la rodilla ya sabe que tiene por delante ocho meses de recuperación. Pero en su caso, no. ¿Cómo ha gestionado esa incertidumbre a nivel mental?

Lo hablaba con Romay. A él le dijeron ocho meses y su cabeza se adaptó a esos ocho meses. Pero a mí me dicen seis semanas. Luego, un mes más y que dentro de ese mes iríamos viendo. Entonces psicológicamente es muy duro. El primer mes y medio, al no poder impactar nada, yo trabajé solo en el gimnasio, apartado del grupo. Y cuando estás acostumbrado a trabajar todos los días con 30 personas verte de repente solo o con Borja... se hace difícil. Ahora me toca entrar otra vez poco a poco, pero con el miedo de que en la siguiente prueba te vuelvan a echar otra vez para atrás.

¿Se ha olvidado ya de marcarse plazos?

Yo siempre digo lo de no marcarme plazos, porque ya estoy algo cansado de eso. Pero por lo que me cuentan, lo ideal de cara a que esté todo perfecto sería febrero. En principio, mañana ya empezarán a meterme en el grupo en actividades para ir viendo cómo estoy también por sensaciones. Antes de jugar ante el Compostela tenemos 15 días sin partidos, así que esas dos semanas determinarán si arriesgamos o probamos en Santiago algunos minutos o si aguantamos un poquito más. Imagino que una vez me metan con el grupo, haremos otra resonancia para ir viendo cómo está el edema. Pero en principio, el doctor ha dicho que con estos últimos factores de crecimiento que me metieron este martes y si las sensaciones son buenas, la idea es recuperar la normalidad.

El hecho de que la dinámica sea tan buena le permite no forzar. Pero también tiene quedarle rabia no poder disfrutar de este momento en el campo.

Lo hablo con mis compañeros, sí. Estoy súper contento y disfrutas lo que puedes desde fuera. Porque si encima estuvieran perdiendo, tendrías aún más impotencia por no poder ayudar. Al ver que el equipo va tan bien, la impotencia es por no poder jugar y no poder estar disfrutándolo con ellos. Pero bueno, aunque tengo muchas ganas de jugar, cuanto más arriba esté el equipo mucho mejor para todos los que venimos desde atrás para poder ayudar, empujar o meternos dentro de la dinámica.

"Si el tobillo se cura bien, después de tres meses parado me costará arrancar, pero puedo llegar fresco al final de la liga"

Por una parte, este ‘descanso forzado’ le puede permitir llegar al final de la temporada en muy buenas condiciones.

Está claro. Si el tobillo se cura bien, después de tres meses parado me costará al principio arrancar. Pero para los últimos diez partidos quizá esté más fresco de piernas porque habré jugado menos minutos. Entonces a ver si esto es bueno y me permite ayudar al final, cuando otra gente esté más cansada. Yo estaré encantado.

Cuando le llegó la lesión, estaba en un momento muy bueno. Esta temporada volvió a encontrar la portería y mantuvo esa buena dinámica goleadora que cogió al final del pasado curso.

El delantero vive del gol. Y el gol depende muchas veces de las rachas. La temporada pasada, cuando te lo jugabas todo en 10 o 12 partidos, tuvimos la mala suerte de estar muy mal arriba de cara al gol. Eso nos penalizó mucho. Pero tanto Charles como yo siempre hemos marcado goles. Tú mismo te machacas, pero también sabes que al final, si sigues trabajando, los goles llegarán porque los hemos hecho toda la vida. Esta temporada Charles está agraciado y yo también estaba metiendo goles. Es algo súper positivo. Porque por muy bien que juegues, si la pelota no entra... Lo que mandan son los resultados.

Charles se ha convertido en el máximo goleador histórico del club. Pero usted, para los pocos partidos que lleva, no va nada mal (21 tantos en 39 partidos de liga). ¿Qué valoración hace de estas tres temporadas tan extrañas que cumple en el club?

En la primera temporada me quedó mal sabor de boca, porque empezamos a arrancar y cuando veíamos el play-off a mano, nos cortaron. La campaña pasada ya sabemos el fracaso y la decepción que fue. Y este año empezamos bastante mal. Yo creo que un poco por la negatividad de la temporada anterior, no sé. El equipo estaba raro, no cuajaba. Pero en Luanco arrancó y cogió velocidad de crucero. Era un disfrute jugar, porque estamos siendo muy superiores a los rivales. La mayoría del partido estamos en campo contrario y eso para dos delanteros de remate como Charles y yo es muy beneficioso. Nos gusta porque estamos siempre en el área, pensando en hacer goles -que es lo que sabemos- y no todo el rato corriendo para atrás, defendiendo y sufriendo. Me da mucha rabia estar fuera, porque la forma que tenemos de jugar con Ángel, el equipo y los jugadores que tenemos nos está favoreciendo mucho a los delanteros.

La última temporada se podía dudar de si Charles y usted eran compatibles, porque son dos jugadores muy parecidos. Pero parece que han encontrado el encaje en un equipo más dominador y que no les exige tanto fuera del área.

Claro. Al ser un equipo más dominador, te desgastas menos como delantero. Yo creo que el año pasado teníamos la idea de abrir mucho los extremos para centrarnos, pero luego había muchísimo espacio por dentro. Y los equipos nos machacaron a la que cogieron el truco. Esta temporada eso lo hemos corregido con los laterales muy altos y esos interiores tapando un poco ahí y, a la vez, ayudándonos a los delanteros. Creo que el equipo está mucho más compensado. Y lo dicho: si tienes el dominio, es mucho más fácil estar en el área y meter goles.

"Pontevedra es ideal para las familias. Que sea peatonal, los parques, la playa... Te da una calidad de vida que se agradece"

Ahora tienen un modelo de juego más asociativo y menos directo. ¿Está más cómodo así, sin la necesidad de que el juego ofensivo pase mucho por sus disputas?

Lo he hablado mucho con el míster, porque él sabe mi forma de jugar y él ha traído otro estilo. Él me lo explicaba, porque al principio me generaba un poco de impotencia. Yo estaba acostumbrado, incluso también en el Ínter, a un fútbol directo. Todo salía de mí. Y ahora no es que no jueguen contigo, sino que tú estás esperando para el remate, que realmente es lo que no se nos da mejor. Al principio sientes que estás frío, que no participas. Pero cuando te acostumbras, es bueno. Porque tú te desgastas mucho menos, el equipo juega y tú estás fresco en el área. Por ejemplo yo se lo estoy notando mucho a Charles. La temporada pasada se pegaba unas palizas tremendas y llegaba muy agotado a definir. Esta temporada, sin embargo, estamos fresquísimos para cambiar la marcha en el área, que es donde somos letales. Entonces, cuesta cambiar el chip pero, si lo miras bien, es más beneficioso.

Y han encontrado la forma de ser un equipo combinativo y jugar con dos puntas. Porque al principio parecía que iba a jugar solo uno. ¿Cómo se llevó esa incertidumbre?

Por la forma de jugar del míster, imagino que él tendría como idea jugar con un delantero. Y ahora otra vez lo está haciendo y va bien. Contra el Compostela yo me perdí el partido por sanción. Y como fue la cosa bien, decidió seguir así hasta que salí del banquillo, marqué goles y aporté otras cosas que el técnico vio. Es verdad que todo el mundo espera que juguemos directo si estamos Charles y yo, pero lo bueno es que tenemos muchísimas posibilidades: juego por dentro, juego por fuera, juego directo... Eso es muy difícil de defender. Estamos muy cómodos, llegamos mucho a banda y eso es muy beneficioso porque luego estamos dos delanteros rematadores.

Renovó hasta 2024. El club hace un esfuerzo por usted, pero usted también lo hace por el club.

Lo hablé con Lupe. Sabíamos que me quedaba un año, pero al haber tantas ofertas... La presi me dijo que estaban muy contentos conmigo y que quería que me quedase para ascender. Yo le dije a ella que quería quedarme aquí sí o sí. Le reconocí que ahora que he tenido otra niña me gustaría tener algo de tranquilidad. Así que nos sentamos y decidimos hacer un contrato largo. Yo estoy muy contento porque aunque hayamos bajado de categoría, este es un equipo grande que tiene que subir a Primera RFEF este año. Y a partir de ahí, empezar otra vez a intentar conseguir por lo que vine aquí: llegar a lo máximo con el Pontevedra.

"Todos esperan que juguemos directo por estar Charles y yo. Pero tenemos muchos recursos y estamos cómodos"

¿No le pesa el saber que podía estar tocando Segunda?

A ver, ha habido opciones. Sobre todo tras el parón por el coronavirus sí hubo opciones para estar en Segunda División. Pero yo me decidí por el Pontevedra en ese momento. Aposté por este club y aunque fracasamos el pasado año, ahora mi objetivo es colocar al Pontevedra donde se merece y seguir desde ahí.

Más allá de todo lo grande que es el nombre del club, ¿qué tiene Pontevedra que atrae a los jugadores a incluso quedarse después de haber salido de la entidad? Mire los casos de Berrocal o Pol Bueso.

Tengo mucha amistad con Pol y lo hablamos. Quizá para gente joven no tanto, pero para las familias es ideal. Yo vivo en el entorno de Pasarón y tengo el cole de mi hija al lado, el trabajo igual... Es muy cómodo. Y luego que toda la ciudad sea peatonal, todos los parques que hay, la playa, el río... Yo que soy de Madrid, que no tenemos playa, es una calidad de vida que se agradece. Se está muy a gusto.

Ha estado jugando en Asia. Ya no le pesa estar lejos de Madrid, ¿no?

Eso me dice la gente: ‘al final nunca vas a vivir en Madrid’. Pero después de haber estado siete años en Asia, para mí Pontevedra está al lado. Estar en España para nosotros ya es una maravilla.

Acaba de tener a su segunda hija. ¿Le ha cambiado más sus costumbres segunda paternidad?

Casero ya era con la primera. Empecé la vida de padre y es otra manera de vivir. Cuando eres joven disfrutas de una manera y ahora de otra. Que por cierto, profesionalmente te viene mucho mejor. Te cuidas mucho más, estás más en casa y descansado,

Alguna vez me ha dicho que pese a la edad ahora está en su mejor momento profesional.

Sí, sí. Cuando eres joven sales un jueves o un domingo, bebes alcohol, trasnochas... Haces cosas normales para esa edad, pero el cuerpo lo nota. Ahora te cuidas más que nunca porque tienes una vida mucho más tranquila y descansada.

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