POIO. El Poio Pescamar FS no estará solo en lo que será el último partido de la temporada y el paso más importante de su trayectoria, la segunda vuelta del play-off de ascenso a la máxima categoría del fútbol sala femenino en España.
El encuentro será el sábado en Barcelona ante el Rubí, con el que perdió en A Seca (Poio) por tres goles a cuatro, un resultado totalmente remontable y que las rojillas confían en superar.
Para ayudar al equipo de Marcio Santos estarán más de un centenar de aficionados entre los que se encuentra la peña 'Os Miñocas', de reciente creación y que llevará numerosas camisetas rojas para el encuentro, apoyados por la empresa Maproin.
También acompañarán al equipo con pancartas y gorros de color rojo y blanco, para que las jugadoras poienses vean que no están solas y se sientan como en casa en un pabellón que no es el suyo.
Además, no solo se desplazará gente de Poio, de donde saldrá un autobús con alrededor de 80 aficionados, sino que también llegarán al pabellón de Rubí poienses residentes en la propia ciudad de Barcelona y en Madrid. A todos ellos hay que sumar otros tantos aficionados que se trasladarán por su cuenta en coche y en avión, todo por alentar a su equipo en el paso final de la temporada.
Sin duda, tanto la plantilla, como la directiva del club, el cuerpo técnico y la afición confían plenamente en la remontada, la cual es posible con una victoria con más de dos goles de diferencia o con un resultado superior al 4-5. Juanjo García explicó que "se estima una duración de 14 horas de viaje, pero llegaremos a apoyar al equipo, con esperanza de lograr la victoria. Estamos muy confiados".
Por lo tanto, las rojillas tendrán a su afición apoyándoles, haciendo el máximo ruido posible para que se les escuche, una afición que se pasará numerosas horas en un autobús solo para ayudar a su equipo a cumplir su sueño.
