Café con... Irene Trabazo

La jefa del ciclocrós

La ciclista marinense no va por la vida poniendo cara de campeona, y puede que eso influya en que gane siempre. Dentro de poco se nos va a Alemania a disputar la Copa del Mundo

Irene Trabazo enseña a Rodrigo Cota a practicar ciclocrós. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Irene Trabazo enseña a Rodrigo Cota a practicar ciclocrós. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

IRENE TRABAZO Bragado se llama la chica, nacida en Marín hace cosa de 19 años. Es ciclista, centrada ahora en el ciclocrós aunque ha competido también en BTT y carretera. Le pregunto cuál es la diferencia entre ciclocrós y BTT y me lo explica magistralmente aunque yo no lo termine de entender. Uno se corre en verano y otra en invierno y las bicis son diferentes. Hasta ahí llego. 

En todas las modalidades ha hecho podios. Entre su palmarés, cuatro copas de España de Ciclocrós, una en carretera, un Campeonato de España, también de ciclocrós, y tantos campeonatos gallegos que ya ni se acuerda.

Empezó a entrenar con ocho años y su primer triunfo le llegó a los 13, cuando se coronó como campeona gallega.
Ha competido casi siempre en su actual equipo, el Club Ciclista Marín, siempre de la mano de Berto del Río, su director deportivo, manager, mecánico, chófer y todo lo que se necesite. Juntos han conseguido trofeos como para echar abajo cualquier estantería. 

Esta temporada tampoco va mal. Va líder en la Copa de Galicia y segunda en la de España, a falta de una prueba. Para alcanzar el oro necesita ganar la cuarta prueba, a disputar en Valencia, y que la que va de primera, Luisa Ibarrola, llegue como mucho de tercera. Así que no depende de sí misma, pero, en todo caso, salvo catástrofe, el podio está otra vez garantizado. Así es como entramos de lleno en el conflicto Catalán. Hoy día se habla de Catalunya incluso cuando entrevistas a una ciclista. El caso es que el Campeonato de España iba a constar de seis pruebas, pero dos de ellas eran a celebrarse en Catalunya y no se disputarán: una, porque la Federación catalana dijo que no podía llamarse Copa de España, y la otra por no sé qué. Así que la cosa quedó en cuatro pruebas. Irene quedó tercera en una de ellas, ganó la segunda y entró de cuarta en la tercera.

Entrena una media de tres horas diarias y prepara oposiciones a la Policía. A ver si la destinan a Catalunya y nos resuelve el asunto. Para la foto, hacemos un poco de ciclocrós, con la bici al hombro. Me disloqué la clavícula, si es que no la tengo rota, lo que me impidió ganar, pero yo por mi periódico estoy dispuesto a alcanzar la muerte si es necesario.

Aunque compite como cadete en las mismas pruebas que las sénior, hace tiempos que la colocan entre la tercera y la cuarta de España, incluyendo a las sénior. Es una tontería, le digo: si es la tercera de las sénior, ¿por qué no compite en su categoría? Pues es así, me dice. O sea que una sénior que hace peor tiempo que ella se cuelga una medalla de bronce e Irene sigue compitiendo como cadete. No lo entiendo. Yo nunca entiendo nada.
 

Dentro de poco se nos va a Alemania a disputar la Copa del Mundo. Y lo hace como élite, que es como llaman a las sénior. Pero en España no puede. Allí en Alemania, en un lugar llamado Zevem, se medirá con las mejores ciclistas que pueblan el Universo. Le digo que se dope, me dice que no; le digo que por qué, me dice que porque no le da la gana. Le digo que vale, que hace bien. Total, si así es campeona, mejor para todos.

Yo la veo ganando todavía muchos años más. Irene no va por la vida poniendo cara de campeona, y puede que eso influya en que gane siempre. Hay otros, como es mi caso, que vamos por la vida de campeones y nunca ganamos nada de nada.

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