Cangas vive con ilusión su estreno como meta

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No son muchos los concellos de Galicia que han tenido la oportunidad de acoger un final de etapa de la Vuelta a España y los habitantes de Cangas do Morrazo, conscientes de ello, se echaron a la calle para vivir con pasión su día más ciclista del año.

La localidad se vistió de color rojo desde primera hora de la mañana y todas las conversaciones giraron alrededor de la llegada de la ronda española. Cangas se convirtió por un día en el centro de atención nacional e internacional y con esto se demostró que el ciclismo es uno de los pocos deportes que consigue descubrir rincones tan espectaculares como los que existen en Pontevedra. De hecho, el concello de O Morrazo se convirtió en el sexto de la provincia que acogió un final de la Vuelta tras la capital, Vigo, Vilagarcía de Arousa, Baiona y Sanxenxo.

A pesar de que la meteorología amenazó en muchos momentos con estropear la jornada, finalmente fue calurosa y sin apenas lluvia. La mayoría de los espectadores se concentraron en dos lugares: la línea de meta, situada en la calle Méndez Núñez y en el alto de San Lorenzo, en Moaña. Esta ascensión, por la que nunca había pasado la ronda ciclista, fue la gran atracción del día, ya que las caras de sufrimiento de los ciclistas se multiplicaron y los aficionados pudieron disfrutar viendo más cerca que nunca a sus ídolos.

Habitualmente, el día que se celebra la Marcha Rías do Morrazo es el más importante del deporte de las dos ruedas en la comarca, pero este año la ilusión por el paso de la Vuelta era latente. Desde hace días en Domaio, Moaña y Cangas no se hablaba de otra cosa y muchos de los habitantes aseguraban estar nerviosos por vivir una jornada tan diferente en sus concellos.

Además, la fiesta no se acabó después de que se fueran los ciclistas, sino que continuó con la música de Carlos Jean en la explanada de Ojea. Una vez más se demostró la Vuelta Ciclista a España es mucho más que una carrera y por ello, en Cangas ya esperan la repercusión transformada en turismo.

Despedida: Dos jornadas espléndidas

La provincia de Pontevedra vivó un año más, y ya van cuatro consecutivos, el paso de la Vuelta Ciclista a España. Fueron dos días magníficos en los que los que la ronda española descubrió rincones desconocidos para el mundo.

Entre el jueves, con la etapa desde A Estrada y Monte Castrove (Meis), y ayer, desde Salvaterra de Miño hasta Cangas do Morrazo, los ciclistas recorrieron la provincia prácticamente de norte a sur y casi todos los concellos pudieron vivir la Vuelta en primera persona o en una localidad cercana.

Además, los organizadores han confirmado que en los próximos años -si no es en 2015, más adelante- la carrera volverá a Pontevedra por que «aún quedan muchos territorios por conquistar». Los altos de A Escusa y San Lorenzo han sido los grandes protagonistas en esta edición.

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