Cazadores unidos para conservar la naturaleza

PONTEVEDRA. La Federación Galega de Caza impulsa un proyecto que se propone acabar de una vez por todas con el viejo mito de que la caza y la conservación son enemigas. Al contrario, caza y conservación son dos grandes aliadas, porque tienen un importante objetivo en común: la protección y la recuperación del medio natural.

El organismo federativo busca potenciar la conservación de la naturaleza a través de la colaboración con las sociedades de cazadores. Actualmente, 25 sociedades gallegas ya han firmado este acuerdo con la Federación. Eso representa en torno a 165.000 hectáreas en las que los cazadores pondrán en práctica actuaciones de conservación de la naturaleza. Estas cifras sitúan a la Federación Galega de Caza en el grupo de cabeza de entidades que, a nivel español, trabajan con esta fórmula de conservación cinegética. Y la superficie y los tecores siguen aumentando.

En torno a un 90% del territorio gallego (unos 2,6 millones de hectáreas) son en la actualidad terrenos dedicados a la caza. Una parte importante de ellos está incluida en espacios naturales protegidos. Además, 50.000 gallegos son cazadores. Estas cifras dan una idea de la importancia del sector y suponen que, a la hora de proteger la naturaleza gallega, la caza es un factor clave a tener en cuenta. Esa gran superficie y ese gran número de personas orientadas a conservar el medio natural son una fuerza que no puede ser ignorada y que la Federación Galega de Caza se propone movilizar.

Actividades

Entre las actividades cabe destacar la lucha contra los incendios forestales, realizando rozas selectivas en zonas de mato, y colaborando en la vigilancia e investigación de incendios; la ejecución de trabajos de mejora y recuperación de hábitats naturales y poblaciones de fauna cinegética; dar prioridad a los animales de genética autóctona cuando se realicen repoblaciones; un compromiso con las buenas prácticas de gestión cinegética, como son una adecuada regulación de las capturas para garantizar su sostenibilidad, y un estricto cumplimiento de todas las normas que regulan la caza; realizar censos y seguimientos de fauna para reconocer cómo evolucionan sus poblaciones, e intervenir en caso de detectar algún problema.

A cambio, las sociedades de cazadores participantes recibirán de la Federación apoyo y asesoramiento técnico para poner en práctica estas medidas y aprovechar sus recursos de manera sostenible.

Tradicionalmente, la Administración ha sido la principal encargada de velar por la protección del medio ambiente. Actualmente, la percepción de la magnitud del problema, y la toma de conciencia de que todos los recursos dedicados a esta tarea son pocos, ha llevado a que otros sectores de la sociedad se vayan implicando poco a poco en esta lucha.

La forma en que los cazadores gestionan sus montes, los tecores o terrenos cinegéticamente ordenados, ha experimentado cambios muy importantes. Hoy en día comprenden que a la hora de cazar tienen que respetar unas cantidades limitadas, unas épocas de veda, unos terrenos de reserva... Si no se hace así, todos sus esfuerzos por cuidar la caza se agotarán rápidamente. Y comprenden también que únicamente unos hábitats bien preservados albergarán poblaciones abundantes.

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