"Fue doloroso no ganar, pero me gustaría cumplir otro centenar de partidos con el Pontevedra"

El jugador Álex Fernández señala que su sueño es poder jugar en Segunda A con el Pontevedra
Álex Fernández, en Pasarón con una tarta por sus 100 partidos. X.G.G.
photo_camera Álex Fernández, en Pasarón con una tarta por sus 100 partidos. X.G.G.

Cumplir una cifra tan redonda como 100 partidos en un club debería ser motivo de orgullo y satisfacción para cualquiera. Pero si el resultado no acompaña, la celebración se empaña. Y si encima equivale a la tercera derrota seguida en casa y, por tanto, a una crisis que se lleva por delante al entrenador, es evidente que la fecha no quedará como uno de los días más felices de la carrera del centenario. Eso fue lo que le sucedió el pasado domingo a Álex Fernández. 

El segundo capitán del Pontevedra cumplió 100 encuentros de Segunda B (entre liga regular y play-off) vistiendo la elástica granate. Un dato que el protagonista desconocía y que Diario de Pontevedra le aportó para celebrar con él una cifra tan significativa pero agridulce. "Fue triste por no poder brindar una victoria a la gente. Se nos escaparon tres puntos vitales para encauzar la situación", aseguraba este jueves. 

"100 partidos ya son. Es la primera vez que los juego con un club. Estoy orgulloso de poder seguir quemando etapas con el Pontevedra y aportar mi granito de arena", apunta. De tantos recuerdos, selecciona la clasificación al play-off como su momento colectivo más feliz: "Había ansia porque no estábamos sobrados. Cuando se alcanzó, supo a gloria. El play-off fue otra cosa. Pero ver Pasarón lleno otra vez fue una gozada". Mientras, a nivel individual, pone el foco en su gol contra el Sporting B de esta temporada y en el que marcó al Racing de Santander en el 2016. "Tras mucho tiempo lesionado, recaí ante el Compostela y no pensaba que pudiese jugar. Pero entré unos minutos y marqué. Fue un reconocimiento a mi trabajo y al de Manu Barros", dice. 

Fernández reconoce que cuando llegó no pensaba que acabaría haciéndose un nombre: "Cuando vienes a un club como el Pontevedra te imaginas que todo va a salir bien. Pero una vez que acabo la primera temporada, me doy cuenta que aquí mi familia estaba a gusto y yo también. Mi objetivo fue siempre el mismo: hacer méritos cada año para seguir donde me quieren y donde uno está contento e ilusionado". "Deseo poder estar en este club el mayor tiempo posible", completa el ourensano, ya un pontevedrés de adopción. 

Sin embargo, pese a que se ha convertido en un clásico en el vestuario granate en los últimos años, ha tenido que esperar más de cuatro campañas para alcanzar su centenario. "Lo normal es hacerlo antes si cuentas para un cuerpo técnico. Pero a mí las circunstancias no me lo permitieron. Tanto por las lesiones, como por no poder disputar tantos minutos como me hubiese gustado. Pero bueno, no echo la vista atrás para decir que pude haber jugado más. Quiero seguir como hasta ahora", explica. 

La situación del banquillo no nos genera inestabilidad. Ahora está Jesús Ramos y debemos creer en él

¿Y cuál es el secreto para, pese a no ser indiscutible, acumular años en la Casa Granate? "Bueno, algo bien estaré haciendo (ríe). Me gusta ser profesional y cuidarme. Tengo mis cinco sentidos puestos en cada entrenamiento y en cada partido. Soy constante y trabajo día a día para cada año convencer al club para que siga contando conmigo", responde. 

ALARMA. Ahora, una vez el partido del Getafe B ya es agua pasada, Álex Fernández resta importancia al "ahora estamos solos" que el director deportivo, Roberto Feáns. pronunció al grupo en el entrenamiento del pasado martes, el primero sin Luismi Areda: "Nosotros queremos seguir notando el apoyo de la gente. Todos somos conscientes de la situación en la que estamos. No es la peor del universo, pero sí es alarmante. Como siempre digo, y es un lema bastante ejemplar: todos tenemos que ser uno. Y cuando digo todos, es todos". 

En el mismo sentido, Fernández asegura que el choque de este sábado ante el Celta B es "clave" y considera que el equipo "entrenó bien, concentrado y sabiendo lo que hay que hacer". "Conseguiremos esa victoria vital que nos va a permitir coger de nuevo un poco más de confianza y empezar a sumar bastantes puntos", recalca. 

Pese a la aseveración de Álex, estos días han sido diferentes, ya que en el vestuario no está Luismi Areda. "Fue una situación un poco delicada (el cese). El jugador más bien está pensando en jugar y entrenar. Son decisiones que no nos competen a nosotros y al final el futbolista trabaja e intenta que en cada entrenamiento y en cada partido dar lo mejor de sí", contrapone Álex, que considera que la incertidumbre "no genera inestabilidad" porque los integrantes de la plantilla son "profesionales". "Ahora mismo está Jesús Ramos y vamos a creer en lo que dice. Nadie puede dudar. Esté quien esté, nosotros debemos apoyar y creer en él", añade. 

Asimismo, no cree que haya ausencia de actitud, pero "es complicado definir lo que falta". "Entras en una dinámica negativa y todo te afecta más. Goles que antes metías ahora no, pelotas que antes despejabas ahora no...", explica. Por ello, Ramos se ha centrado en "trabajar tres conceptos básicos" y transmitirles que pueden "hacerlo bien en Vigo". 

La psicología es un factor diferencial en uno de los peores momentos que Fernández recuerda en el PCF. Pero no el peor: "Cuando casi bajamos, no éramos capaces de levantar cabeza. Ahora mismo estamos en una emergencia, pero aún no es un momento crucial. Estoy seguro de que todo cambiará en unas semanas". 

Para empezar, una victoria en Barreiro sería un punto de inflexión y ayudaría a un Pontevedra con el que Álex no descarta sumar otros 100 encuentros: "Tengo 31 años y quiero seguir en este club. Mi sueño es poder jugar en Segunda A con el Pontevedra".

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