Juan Señor, tras dos victorias consecutivas, ha logrado cambiarle la cara al Pontevedra CF. Al triunfo por la mínima ante el Algeciras se sumó, el pasado sábado, un 3-1 frente al Linares que acabó por convencer tanto en su forma como en su fondo.
Sin embargo, los granates aún tienen una gran asignatura pendiente: su rendimiento lejos de las gradas de Pasarón. A domicilio, el Pontevedra no ha sumado más que siete de los 28 puntos que componen su botín. Una dinámica que, salvo milagro, deben revertir si quieren llegar a final de temporada con opciones de salvar la categoría.
Este domingo, no obstante, estará frente a ellos uno de los locales más en forma del campeonato: el Rayo Majadahonda de Alfredo Santaelena, que suma 14 de los 18 últimos puntos disputados en su feudo y que no pierde en el Cerro del Espino desde que el Castilla los superase (1-2) en el ya lejano seis de diciembre.
Los madrileños, que marchan novenos a cuatro puntos del descenso y a trece de un casi imposible playoff, atraviesan un buen momento de forma pese a su última derrota en A Malata (4-1).
Una buena dinámica que también responde a los refuerzos invernales, donde Javi Ros –CD Badajoz– llegó hace ya dos meses para hacerse dueño y señor del mediocampo y Héctor Hernández –Deportivo– se ha aduañado del lateral izquierdo. Su llegada, de hecho, ha provocado la reubicación de Pinillos como central. El resto de la línea defensiva la completan el central Casado y un Iván Rodríguez, llegado también en invierno desde la Ponferradina, que ha partido como titular en sus dos últimos encuentros en el lateral derecho.
Arriba, la pólvora la pone uno de esos viejos rockeros que parece que siempre tienen fuerza para un último concierto. David Rodríguez, entre otros exCelta, suma a sus 37 años la notable cifra de diez goles en lo que va de temporada. El ariete, además, ha mojado en cuatro de los últimos cinco partidos disputados.
Albiach, el 10 del conjunto madrileño, es otro de los nombres propios de la ofensiva de Santaelena. Sus guarismos, ocho goles y tres asistencias, son prueba de ello.
transformación. El comienzo de los del Cerro del Espina no fue precisamente sencillo. Hasta la llegada de Alfredo Santaelena, el Rayo Majadohanda –por entonces dirigido por Diego Nogales– tan solo había podido sumar un punto de los 18 que había habido en disputa en las primeras seis jornadas. Desde el aterrizaje de Santaelena, sin embargo, los madrileños han conseguido hacerse con 35 de los 66 puntos en juego.
Pese a ello, el preparador no ha podido paliar uno de los principales talones de Aquiles de su equipo: la fragilidad defensiva. Tras Linares y Ceuta –44 goles–, el Rayo Majadahonda es el equipo que más goles ha recibido en lo que va de competición. Hasta 40 veces han visto los madrileños cómo sus redes eran perforadas por el rival. En el registro de goles a favor, a su vez, se encuentran en la misma posición que ocupan en la tabla: novenos, con 35 dianas materializadas.
El partido se disputó a mediados del pasado diciembre, cuando Antonio Fernández aún estaba al frente del equipo granate. Santaelena, a su vez, sumaba su décima jornada dirigiendo a los madrileños, demostrando que su llegada se había convertido en el gran revulsivo del Majadahonda: con el empate e n Pasarón, el conjunto visitante sumaba catorce de los treinte puntos en juego desde la contratación del técnico madrileño.