"25 años de muchas cosas. 13 cumpliendo un sueño, experiencias, momentos y, sobre todo, personas que han formado parte de esta travesía. Cerrar esta etapa en el club de mi vida es la decisión más complicado que he tomado hasta ahora", así comienza Pablo Picallo la carta con la que se despide del Club Cisne y de su afición después de formar parte de su disciplina desde la niñez.
La extensa misiva, titulada ‘Llegó el final’ y que el mismo jugador se encargó de hacer llegar a la sociedad a través de sus redes sociales.
"Aunque el club me ha comunicado que soy libre de elegir cuando dejarlo y que podría seguir hasta cuando yo decidiese lo contrario, por cómo ha evolucionado todo y mi situación actual, creo que no me queda otra que despedirme de mi casa", prosigue el extremo derecho, que en la presente campaña no ha jugado tanto.
"Es una situación muy extraña. Estoy triste, no solo por lo que implica irme, sino por la manera en la que acaba a nivel individual y como jugador, pero en esta vida la mayoría de las veces no podemos escoger y debemos adaptarnos a las situaciones que se nos presentan", explica en la misiva, en la que hace hincapié en lo positivo de su trayectoria.
"Estoy muy contento por todo lo vivido y por todas las personas que me ha dado este viaje. Me llevo gente para toda la vida. Ha sido increíble todo lo que hemos conseguido. Agradecido eternamente al club y a la directiva por el cariño y respeto que me han concedido durante toda mi vida, aún más cuando desde otro ámbito se me ha faltado al mismo. Gracias por los valores que me han inculcado desde muy pequeño y que me han convertido en lo que soy hoy en día", explica antes de finalizar con un el deseo de que el equipo logre un nuevo salto:
"El sábado será una final. Sería increíble cerrar esto con otro ascenso a Asobal. Sería la mejor de las despedidas".
