Presión, tensión, incertidumbre, igualdad... Son elementos que se presuponen intrínsecos al hecho de jugar un Campeonato de España. Un evento de palabras mayores. Y más en categoría juvenil. La antesala a la élite. Debutaba este miércoles el Cisne en la fase final del torneo. Y en su estreno, resquebrajó cualquier atisbo de lógica. Porque los canteranos cisneístas se llevaron en las maletas a Elda toneladas de descaro y ante el anfitrión, en medio de un ambiente prepandémico en contra, pusieron la primera piedra hacia algo grande. Lo lograron con un triunfo contundente, por nueve goles, impulsado por el dinamismo de una primera línea que empieza a pedir (más) presencia continuada en el Cisne sénior. ¿Quién dijo presión? ¿Quién dijo tensión? ¿Quién dijo incertidumbre? ¿Quién dijo igualdad? Carlos Álvarez y cía hicieron del Rafael Tapia Valdés el patio de su casa y arroyaron a un rival incapaz de frenar el arsenal balonmanístico del cuadro de la Boa Vila.
El choque acabó con la única incertidumbre de ver por cuántos tantos vencía el Cisne Colegio Los Sauces. Finalmente fueron nueve, una renta importante teniendo en cuenta que cualquier detalle Carlos Álvarez se eleva para lanzar a portería en un partido del Sector. david freire cuenta. Y sino que le pregunten al propio cuadro dirigido por Víctor Castro, que cruzó España rumbo a la Comunidad Valenciana gracias al valor de la diferencia de goles en el Sector, al empatar el último duelo ante Ademar León.
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