La Clásica alegra las calles de Pontevedra

Medio millar de ciclistas se reunieron este domingo para disfrutar de unos preciosos parajes naturales en La Cuatro Picos Road Clásica Evaristo Portela
Evaristo Portela junto a todos los ciclistas antes de la salida de la carrera en la Avenida Montero Ríos. GONZALO RÍOS
photo_camera Evaristo Portela junto a todos los ciclistas antes de la salida de la carrera en la Avenida Montero Ríos. GONZALO RÍOS

Tras la suspensión de la mítica prueba el pasado año por la crisis sanitaria, este domingo La Cuatro Picos Road Clásica Evaristo Portela volvió a ser un éxito rotundo en su cuarta edición. Una vez más, el homenaje al exciclista y actual director deportivo del GD Supermercados Froiz aportó mucha alegría a las carreteras de Pontevedra en un día gris, en el que medio millar de ciclistas no quisieron perderse esta gran oportunidad de disfrutar de un deporte tan bonito como es el ciclismo.

La Cuatro Picos Road es una prueba cicloturista en la que la competición queda relegada a un segundo plano. Y es que los participantes acuden a ella con el objetivo de superarse a ellos mismos mientras pasan un buen rato y disfrutan de un paraje natural subiendo cuatro de los puertos más emblemáticos y reconocidos del entorno pontevedrés.

Esta edición contó con un recorrido renovado de 121 kilómetros (con un desnivel acumulado positivo de 2.500 metros) en la prueba larga de fondo que atravesaba por Moraña, Campo Lameiro, Fentáns, Cuspredriños, Ponte Caldelas, Marcón, Lago de Castiñeiras, Marín y Pontevedra. Sin embargo, para así adaptarse a todo tipo de deportistas hubo otra opción más asequible, la prueba de medio fondo que contó con una distancia de 90 kilómetros por los tres primeros puertos.

Aunque la cita dio comienzo a las 9.00 horas en la Avenida de Montero Ríos, una hora antes ya había numerosos deportistas congregados en la zona para recoger sus dorsales y tomar una buena posición en la línea de salida.

Durante los primeros 26 kilómetros, la prueba se desarrolló de manera neutralizada hasta llegar a Moraña, donde los ciclistas impusieron un ritmo más elevado mientras disfrutaban del precioso entorno que les envolvía. Y es que ni la lluvia fue capaz de empañar un evento tan esperado por los amantes del ciclismo que animaron a los participantes en su intento de cumplir con el objetivo de acabar la carrera en cuestión.

Por otro lado, aunque la Clásica es una prueba en el que la competición no es para nada importante, la carrera constó de dos tramos cronometrados de escalada en los que los participantes dieron lo mejor de sí. Mientras el primero comenzaba en el kilómetro 46 y tenía una longitud de 5 km, el segundo tenía lugar en el kilómetro 102 y eran 2.8 km. De los 259 ciclistas que realizaron ambos tramos, el más rápido fue Juan Vidal del club Farto-BTC con un tiempo de 25 minutos.

Finalmente, 292 ciclistas acabaron la prueba teniendo en cuenta las dos opciones que existían (121 y 90 kilómetros). De esta forma, a las 14.30 horas se entregaron los regalos de los sorteos y los trofeos a los mejores tiempos en cada uno de los tramos cronometrados para así concluir con una alegre jornada de ciclismo por la naturaleza.

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