Comienza el sueño de la LEB Plata

MARÍN. Marín vivirá esta temporada otra dimensión del baloncesto, más profesional. El municipio disfrutará desde mañana, sábado, la LEB Adecco Plata, la considerada tercera categoría del baloncesto nacional español. Un cambio radical de lo que era la EBA, categoría en la que llevaba viviendo el municipio desde hace varias campañas. El proyecto presidido por José Luis Santiago, el CB Marín Peixe Galego, dio un paso adelante el pasado verano para salir en la LEB Adecco Plata, un escalón más para potenciar el deporte de la canasta en el municipio morracense que ya es un referente en el trabajo de base, pero que necesitaba un espaldarazo definitivo a nivel de categoría sénior.

Javier Llorente dirigirá un grupo gestado en la categoría EBA pero que ya necesitaba dar un salto cualitativo y cuantitativo. A ellos se han unido dos jugadores de nacionalidad norteamericana, siempre un elemento característico en el deporte de la canasta, y dos jugadores nacionales, para configurar un bloque que promete espectáculo, juego y, si es posible victorias.

Cabe destacar la ausencia de todo un jugador carismático en el club: Pablo Alonso. El que fuera pívot del equipo marinense durante muchas temporadas colgó las botas y asumió el cargo de director deportivo del club para dejar paso a la savia nueva.

A partir de jugadores consolidados en el club como Manu Ferreiro, Gregorio Adón, Luis González y Joseba Aramburu, dijeron que si al proyecto deportivo Lucho Fernández, que llegó al club marinense en febrero de la pasada campaña, la savia fresca y buena de la cantera marinense que tan buenos beneficios dio a nivel de Campeonatos de España (léase cadete, subcampeón nacional, y junior) y las incorporaciones necesarias para competir de tú a tú en la LEB Adecco Plata.

Albert Homs pasa por ser el fichaje estrella. El catalán debutó en la ACB con 16 años de la mano de Pepu Hernández y siendo de la cantera del Joventut empezó a ser comparado con Ricky Rubio. Ahora con 19 años aún está en proceso de aprendizaje pero para Marín es todo un lujo. Darío Suárez llegó casi de rebote. El pucelano Iván Martínez fue a principios de septiembre el fichaje bomba del club pero no tardó ni quince días en Marín, ante el reclamo de la ACB, en el proyecto de Valladolid. El recambio fue el coruñés, que destila dominio de balón y trabajo defensivo a raudales, y tampoco desentona en ataque.

Las caras extranjeras del equipo son Marc DiRugeris y Alexander Rapier, que no tienen experiencia en el baloncesto español. El primero viene directamente de Estados Unidos (baloncesto universitario) y el segundo cuando menos ya jugó en la liga portuguesa. Un escolta y un ala pívot para hacer las delicias del público; el primero por su rapidez y anotación y el segundo porque debe ser un referente en el juego interior. En definitiva, una plantilla que debe competir de tú a tú en una LEB Plata. El aficionado marinense debe prepararse para ver buen baloncesto.

Javier Llorente y su plantilla prometen guerra y baloncesto del bueno para enganchar al municipio y a los buenos aficionados al deporte de la canasta. Será una liga exigente, con equipos ya consagrados en la categoría u otros de nuevo cuño como ocurre con el marinense. Todo es posible. La liga está a la vuelta de la esquina: el Zornotza de Amorebieta (Vizcaya) llega mañana sábado a A Raña. El espectáculo está garantizado.

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