El fútbol base analizará la "actitud de padres" por una pelea en un partido de prebenjamines 

Aficionados de la AJ Lérez y a la EFB Moañesa participaron en una pelea durante el partido, en la que llegaron a intervenir las fuerzas del orden

Rafael Louzán. AEP
photo_camera Rafael Louzán. AEP

Este lunes, en la sede de la Real Federación Gallega de Fútbol en Santiago, se va a celebrar la primera reunión de este nuevo mandato del Comité Gallego de Fútbol Base que abordará como "primer asunto a tratar" la violencia en partidos de fútbol base, "con especial mención a la preocupante actitud de padres y madres".

La Federación se refiere a "los últimos y lamentables acontecimientos" vividos este domingo en los campos de fútbol de A Xunqueira, donde un encuentro de categoría prebenjamín tuvo que ser suspendido a causa de una pelea en la grada entre padres y madres de jugadores de ambos equipos.

El partido en cuestión enfrentaba a la AJ Lérez y a la EFB Moañesa, de la categoría Prebenjamín Primera Galicia, en uno de los campos de Fútbol-8 del complejo deportivo pontevedrés.

Según reflejó en el acta el colegiado Alexander Váquez Castro, cuando corría el minuto 20 de juego, con un resultado de 3-0, "observo que aficionados de ambos equipos, en su casi totalidad madres y padres de los jugadores se enzarzan en una discusión que va subiendo de tono hasta el punto de convertirse en una pelea, teniendo que intervenir las fuerzas del orden".

El árbitro del partido, "ante la gravedad de los hechos y la corta edad de los jugadores", explica en su acta, decidió dar por terminado el partido "estando ambos delegados conformes" con su decisión. 
Ante esta situación fue requerida la presencia de agentes de la Policía Local, ya que la trifulca incluyó varias agresiones y al menos una persona herida.

CONDENA

Por parte de la Real Federación Gallega de Fútbol condenan "todo tipo de violencia, física o verbal, que se produce en un campo de fútbol" y, aseguran que están "trabajando para poder solucionar este problema que tanto preocupa a la Xunta Directiva".

Hace ya dos temporadas el propio Comité de Fútbol Base aprobó la medida de darle al árbitro a potestad de suspender un partido en el caso de producirse algún tipo de violencia desde la grada, incluso sí esta fuera verbal, con insultos al propio árbitro, a entrenadores o jugadores.

Este Comité está presidido por Rafael Louzán, presidente de la RFGF, y está formado por varios directivos y altos cargos federativos, así como por clubes representativos del fútbol base de cada una de las siete Delegaciones federativas, más la subdelegación de la Costa. A ellos también se suman ahora los tres clubes profesionales del fútbol gallego: RC Celta, RC Deportivo y CD Lugo.

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