Confianza en Jesús Ramos

El técnico continuará siendo el primer entrenador del Pontevedra la próxima temporada, tras sus buenos resultados como interino ►El preparador marinense trabaja mano a mano con Roberto Feáns desde hace varias semanas en el proyecto del curso venidero
Jesús Ramos aplaude a los jugadores en su primer partido en Pasarón como técnico principal, ante el Melilla. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Jesús Ramos aplaude a los jugadores en su primer partido en Pasarón como técnico principal, ante el Melilla. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Confianza total en Jesús Ramos. Esa ha sido la decisión que ha tomado el Pontevedra Club de Fútbol en una de las incógnitas más relevantes del nuevo proyecto: el inquilino del banquillo de Pasarón.

El técnico marinense será el encargado de la dirección de campo del primer equipo la próxima temporada. Así lo concretó la directiva del club granate, encabezada por la presidenta, Lupe Murillo, y el director deportivo, Roberto Feáns, durante las reuniones mantenidas tras el fin de la competición. En aquellas conversaciones, se valoró de Ramos su perfil de hombre de club y, sobre todo, sus buenos resultados durante los dos períodos que tuvo que ejercer como técnico interino: tras el cese de Luismi Areda y después de la marcha acordada de Carlos Pouso.

En esas dos etapas como primer entrenador del equipo matriz del club pontevedrés, Ramos logró cuatro victorias y un empate. De hecho, estos resultados le hacen ser el técnico con mejores números en sus primeros partidos con el PCF durante todo el siglo XXI.

El club entendió que debía buscar un entrenador fuera en octubre, pero su trabajo y su racha como técnico han convencido ahora

Con el despido de Luismi Areda, en octubre, Ramos pasó a ejercer de primer entrenador y obtuvo dos importantes victorias ante el Celta B y el Melilla que permitieron al equipo salir de la zona baja y redujeron la presión con la que Pouso llegó al banquillo de la entidad. Pero por aquel entonces, la decisión de la cúpula granate era clara: contratar a un técnico de fuera y con experiencia que cambiase la dinámica y la rutina de una plantilla que no había respondido, hasta aquel entonces, a las expectativas.

Ramos siguió ejerciendo de segundo técnico y entonces, cuando la mala dinámica hizo coincidir a Pouso y a la cúpula granate en que lo mejor era un cambio, volvió a ser el elegido. Era febrero y su estancia en el banquillo apuntaba a dilatarse hasta el final de la temporada. Una vez en la meta, sería el momento de tomar decisiones. Sin embargo, la Covid-19 cambió el paso a todos y dejó la buena dinámica del PCF en una remontada inconclusa.

Pese a ello, a la hora de valorar la campaña, Murillo entendió que Ramos había sacado nota como primer entrenador y decidió cumplir una de sus máximas: lo que funciona no se toca.

Ramos dejará de coordinar la base de la entidad, que tendrá un nuevo inquilino. Además, es posible que se refuerce el cuerpo técnico

FUTURO. Así, con su continuidad ya confirmada, Jesús Ramos comenzó a trabajar mano a mano junto al director deportivo, Roberto Feáns, en todos los detalles del proyecto de la próxima temporada, clave para el futuro del Pontevedra debido a la reestructuración que se prepara de cara a la temporada 2021-2022 con la aparición de la Segunda B Pro.

En este sentido, entrenador y responsable de la secretaría técnica han estudiado juntos el rendimiento de la plantilla del pasado curso y han estado peinando el mercado antes de decidir a qué jugadores ofrecer o no la renovación. A día de hoy, esta cuestión sigue sin estar cerrada.

Además, teniendo en cuenta que Ramos dejará de coordinar la base, el club busca cerrar a un nuevo responsable en esta faceta y también estudia la incorporación de más integrantes al cuerpo técnico.

En cuatro años. De jugador de la base a primer entrenador
Nació en Bilbao hace 37 años, pero su vida se focaliza en Marín, siempre con la pasión por el balompié, de donde ha sacado a buena parte de su círculo de amistades. Jesús Ramos fue un futbolista capaz de llegar a Tercera División. Medio o central, la mayor parte de sus carrera se desarrolló en Preferente o Autonómica, desde donde llegó, ya bien entrada la treintena, al Pontevedra B. Por aquel entonces, Pedro Ferreira dirigía la base granate y entendía que el filial necesitaba veteranía para no descender a Segunda Regional. Era enero de 2016. Seis meses después, con la salida de Ferreira del club, el marinense aceptó el puesto de coordinar la base, un puesto similar al que ya había tenido en otros clubes de menor nivel.

Hasta el período estival del 2017, Ramos compaginó su labor como coordinador de la base y jugador del Pontevedra B. Siempre cerebral y táctico, era ya entonces una prolongación del entrenador en el césped. Tras el final de la campaña 2016-2017, el marinense colgó las botas y, con la salida de Óscar Guimeráns del Juvenil A recién ascendido a División de Honor, pasó a ser el ayudante de un Luismi que fue fichado para cubrir la vacante.

Los resultados fueron positivos, al contrario que el primer equipo, que prescindió de Luisito y su cuerpo técnico en diciembre del 2017. Ascendió entonces Luismi y con él Jesús Ramos, que fue su mano derecha hasta octubre del 2019, cuando el olívico fue cesado. El marinense, ya un hombre de club, le sustituyó como interino. La llegada de Pouso parecía el fin (al menos temporal) de Ramos en el primer equipo, pero finalmente el club no acordó con su segundo, Raúl García, las condiciones. Y Ramos, que había regresado a los despachos, volvió al campo hasta que un nuevo cambio en el banco le otorgó, definitivamente, el puesto.

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