''Creo que el mundo del deporte ha perdido el norte''

A veces los sueños inalcanzables se vuelve realidad y no por arte de magia sino con trabajo, un poco de suerte y tesón. Paco Presas fue testigo de excepción de la etapa de oro del fútbol sala de Pontevedra y revive aquella historia a través de este cuestionario a Isidro Otero, fundador y expresidente del Rías Baixas. Un cuento de hadas que permitió a un pequeño club de Pontevedra codearse con los más grandes.

Presi (así le llamaba cariñosamente), ¿Qué hace una persona como tú acostumbrada a estar metida en el deporte fuera de estos 'meollos'?

Pues disfrutar de otras facetas más importantes en la vida. Algo que no pudimos hacer ni tú ni yo, al estar inmersos en el mundo del deporte pontevedrés, y entregados en cuerpo y alma a él.

¿Pero no me negarás que lo echarás en falta?

No te niego que al principio lo extrañaba, pero es lógico ya que fueron muchos años los que estuve metido en esa 'droga' que era para mí el fútbol sala, pero eso fue hace mucho tiempo y hoy es agua pasada, y mi sed la sacio con la compañía de mi familia y de mis amigos. Gracias a ellos he conseguido algún mérito en el deporte pontevedrés.

Dices 'algún mérito', ¿te parece poco mérito todo lo que hiciste por el fútbol sala pontevedrés y nacional?: ascender al Rías Baixas a División de Honor y ser uno de los primeros en llevar el fútbol sala nacional a lo que hoy es una realidad.

Bueno, no quise decir eso, sólo quise resaltar lo que realmente pienso, que es la suerte de haber tenido a mi lado siempre muy buenos amigos, con los cuáles he disfrutado ( y sufrido) muy buenos momentos, entre ellos por supuesto todo lo que se refiere a aquella época, en la que todo era muy difícil.

Bueno, pero no me negarás que el ascenso a División de Honor del Rías fue poner una ‘pica en Flandes’.

No te lo voy a negar y no solo a nivel provincial, sino a nivel nacional, donde dieron más importancia al ascenso del Rías que aquí mismo donde, por desgracia, se le dio muy poca importancia en algunos ámbitos locales y provinciales. Solo pensar que Pontevedra pudiese competir con ‘monstruosidades’ del fútbol sala, como Interviú, El Pozo, Caja Segovia, Caja Castilla La Mancha, etc., daba pavor y eso en un club (yo diría que no éramos más que un equipo), sin estructura, sin un duro, sin posibilidades, y con un pequeño grupo de aficionados (eso sí muy fieles), que fue reconocido y admirado en toda España, hasta el punto de habernos considerado un ejemplo ante todos los equipos y clubes del fútbol sala español, y te lo digo de buena tinta pues en mis carnes lo he disfrutado en los casi diez años que he estado como directivo en la Liga Nacional de Fútbol Sala.

Tú siempre que hablas del Rías Baixas haces referencia a las épocas anteriores a él. Celulosas, Clemente ...

Siempre he dicho que es de bien nacidos el ser agradecidos; y la primera piedra del Rías Baixas fue puesta allá por el año 1975 por Clemente Matos Buceta, y sin él nada después habría existido, porque su apoyo fue el que influyó en mí y en mi tesón posterior por lograr llevar al equipo hasta lo más alto. Toda una vida de dedicación, poco reconocida en esta ciudad.

Toda una vida de dedicación, poco reconocida en esta ciudad.

Poco no es la palabra exacta. Digamos que para mucha gente el fútbol sala era poco conocido como deporte de élite, pues estaba en pleno desarrollo y no le dieron la importancia que tenía. Otros no le dieron ningún valor, como no le dan ningún valor a todos los que han hecho y hacen verdaderos sacrificios y milagros por el deporte de nuestra ciudad. Para mí, ‘esos’, esa gente, siempre han sido, son y serán un cero a la izquierda, y lo más chocante es que algunos presumen de pontevedreses. Pese a todo, a ‘nosotros’ y al decir nosotros me refiero a todos aquéllos que hemos pertenecido al Clemente-Celulosas-Rías, nos ha sido otorgado el premio ‘Amigos de Pontevedra’, una distinción muy valorada en nuestra ciudad que premia los auténticos valores que los pontevedreses tenemos por nuestra ciudad.

Vaya presupuestos que se manejan hoy. Cómo ha cambiado todo. ¿Qué opinas?

Pues que es una locura. Que no puede ser. Que es una aberración. Que no se puede tolerar, y que puesto a exagerar da hasta un poco de asco. Y la culpa de todo la tenemos los dirigentes. Siempre queremos más y siempre vamos por encima de nuestras posibilidades y luego pasa que no podemos hacerle frente a las obligaciones que asumimos. Los jugadores no tienen culpa de que les ofrezcan mucho dinero, pero también deben asumir que luego en muchos casos, no puedan pagarles. De cualquier forma hay números que dan pavor escucharlos y que son inadmisibles. Creo que el mundo del deporte ha perdido el norte. Todos somos culpables.

¿Dónde está ahora el Rías Baixas?

Pues a decir verdad no lo sé a ciencia cierta. Suena raro una respuesta así de alguien como yo que ha dado media vida por este club, pero es la verdad Ya hace muchos años de eso y es agua pasada.

¿Tu mayor satisfacción y tu mayor decepción?

Sin ninguna duda haber conseguido hacer de un club una auténtica familia y conseguir el sueño de ascender al ‘Rías’ a División de Honor. En cuanto a la mayor decepción, haber dejado el club en malas manos, lo que conllevó a su desaparición.

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