Curso nuevo, mismo miedo

El Pontevedra no mejora fuera de casa, donde acumula un año sin reaccionar a un marcador adverso y casi cuatro sin remontar ▶ Con Luismi, el PCF ha encajado en 23 de sus 31 salidas
Luismi y sus jugadores, durante una pausada para la hidratación en el encuentro contra el Ibiza. ADG MEDIA
photo_camera Luismi y sus jugadores, durante una pausada para la hidratación en el encuentro contra el Ibiza. ADG MEDIA

Cambia la temporada, pero el mal permanece. Pese a los siete triunfos a domicilio el curso pasado, el Pontevedra sigue sufriendo cada vez que abandona los casi infranqueables muros de Pasarón. Esta campaña, dos partidos, dos derrotas. Y la sensación de que se apuesta más por guardar la ropa que por ir a cazar la piel del oso. Contra el Ibiza, el equipo no creó ocasiones aunque estuvo cerca de llevarse un punto. Solo con todo perdido (3-0) ante el Racing de Ferrol, el PCF fue sin miedo hacia la portería contraria.

CONSERVADURISMO. Lo cierto es que los números respaldan, en cierta manera, los planteamientos conservadores. Porque con Luismi en el banco, el Pontevedra ha logrado ganar diez de los once partidos a domicilio en los que se logró poner por delante. Tan solo el Coruxo (1-1), en la temporada 17-18, logró arrebatarle dos de los tres puntos que tenían en el bolsillo. Las tres últimas victorias de esa misma temporada (Navalcarnero, Valladolid B y Atlético B), vitales para la permanencia, llegaron gracias a adelantarse en el electrónico. Y lo mismo sucedió la pasada campaña, cuando el equipo de la Boa Vila logró ganar en siete de sus 19 encuentros a domicilio gracias a anotar siempre antes que el rival (Fuenlabrada, Burgos, Rápido, Celta B, Fabril, Coruxo y Castilla).

Pero al igual que Luismi Areda y su cuerpo técnico pueden esgrimir que la fórmula de la victoria pasa por no encajar antes que el contrario, también es cierto que en la mayoría de las ocasiones, la apuesta por no recibir sale cruz. Porque con el técnico vigués en el banco, los porteros han recogido el balón de sus redes en 23 de sus 31 salidas.

El Pontevedra CF a domicilio

MAL BALANCE A DOMICILIO. A esta cierta inconsistencia defensiva lejos de Pasarón se le suma el hecho de las dificultades que tiene el equipo para reaccionar cuando no juega en su feudo. Desde enero de 2018 –fecha de llegada de Luismi–, el Pontevedra tan solo ha sido capaz de puntuar en una ocasión cuando comenzó perdiendo. Fue en la jornada 3 de la pasada liga, ante el Navalcarnero. El conjunto madrileño se adelantó y Pedro Vázquez puso el 1-1. Eso fue el 8 de septiembre de 2018. Durante todo el año natural que ha transcurrido, el PCF ha perdido todos los partidos en los que no ha marcado primero (porque no ha logrado empatar, ni siquiera 0-0).

Pero sería injusto centrar estos datos y sensaciones única y exclusivamente en la etapa de Luismi Areda en el banquillo de Pasarón. Porque el vértigo a domicilio surgió hace varias campañas, con Luisito en el banquillo. Después de regresar a Segunda B y firmar una notable primera vuelta fuera, el equipo se cayó en la segunda mitad de la campaña 15-16. La última remontada a domicilio del PCF data de diciembre de 2015 (1-3, contra el Valladolid B). Desde entonces, el equipo lerezano tan solo ha podido igualar un marcador adverso en cinco ocasiones.

El equipo granate potencia la estrategia como camino al gol

El conjunto pontevedrés ha anotado sus cuatro últimas dianas gracias a las jugadas ensayadas a lo largo de la semana

Una de las noticias más positivas en estos últimos partidos ha sido la capacidad del Pontevedra para aprovechar sus oportunidades a balón parado. En una categoría en la que las dificultades para progresar a través del control del balón están a la orden del día y la igualdad suele ser la tónica dominante en la mayoría de los partidos, el conjunto pontevedrés ha afilado bien el arma de la estrategia, a través de la que ha logrado sus cuatro últimos tantos.

Tras encontrar los dos primeros goles del curso contra el Coruxo en jugadas a balón corrido (Álvaro Bustos anotó en una gran acción personal y Adighibe forzó en otra cabalgada individual el 2-0 en propia meta), el PCF ha tenido que tirar de la pizarra para volver a atinar con la portería rival. ante el Racing de Ferrol, el 4-1 que a la postre resultó estéril llegó a raíz de un centro lateral a balón parado. Javi Pazos se impuso en el área y remató de cabeza.

Ya contra el Sporting B, Pedro Vázquez marcó el 1-1 con un disparo fuerte tras una prolongación de cabeza de Adihibe a un córner desde la derecha botado por Álex Fernández. Precisamente el mediocentro ourensano fue el protagonista del 2-1 ante el filial sportinguista en el minuto 96 gracias a una falta que acabó entrando directa por el palo largo.

El pasado fin de semana, fue otra vez Javi Pazos el que encontró la portería rival en un balón parado. La acción, que supuso el 1-1 temporal, fue muy similar al 1-1 contra el Sporting B. Álex Fernández ejecutó un córner desde la derecha, Bustos cabeceó dentro del área y la pelota le cayó a Pazos cerca del segundo palo, que de espaldas a portería introdujo el esférico con la espuela.

De este modo, el PCF acumula seis dianas a favor en cuatro partidos disputados hasta la fecha. Es una media de 1,5 por partido. Pero de ellas, el 66% con el balón detenido como origen.

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