PONTEVEDRA. Cuando Carlos Alonso Calvar y Yago Iglesias sean abuelos podrán relatar a sus nietos historias magníficas de califas, desiertos, oasis, alfombras voladoras y extraños sucesos en el Al Ittihad y el aeropuerto de Jeddah. Ambos extrabajadores del Pontevedra Club de Fútbol (Alonso fue fisioterapeuta del club lerezano en temporadas anteriores, mientras que Iglesias colaboró con Luis Casais hace casi una década en la preparación física de la entidad, en sus categorías base) están recluidos en Arabia Saudí por un problema burocrático.
Sus visados de estancia en el país habían caducado hacía dos meses. La entidad para la que trabajaban hasta hace unos días les ocultó esa información hasta hace una semana e intentó resolver el problema y renovar sus permisos para que pudiesen salir del estado árabe, pero no logró regularizar la situación de los dos jóvenes, por lo que ambos se vieron recluidos en su hotel y obligados a hacer continuas visitas a oficinas del estado y al aeropuerto para poder abandonar el país.
