El 27 de octubre el Condes de Albarei le ganaba 25-29 al Palma del Río y se consolidaba en lo alto de la tabla junto a Cisne y Antequera con 10 puntos. La jornada siguiente fue el derbi lerezano y el Cisne le pasó por encima al Teucro y ahí empezó una dinámica en la que el equipo de Luis Montes ha pasado de acariciar el cielo a mirar a los ojos al infierno.
Ahora mismo el Teucro se sitúa en el décimo puesto, en una especie de purgatorio, en el que tiene a 2 puntos el play-off de ascenso y a 3 el descenso directo. La igualdad de la categoría es máxima y cualquier cosa puede pasar, pero viendo la dinámica de los lerezanos, parece que tienen que empezar a mirar más hacia abajo que hacia arriba.
El equipo lleva números muy preocupantes en casa. Las sonrojantes derrotas de los últimos encuentros en el Pabellón, lo sitúan como el tercer peor local de la categoría. Esta temporada ya ha perdido 6 partidos en su pista,.Para comparar, el año del ascenso a estas alturas, había ganado todos los partidos jugados en casa.
En los últimos 10 partidos el Teucro solo ha sumado 5 puntos, siendo el segundo peor equipo de la categoría en los últimos meses
Además el estado de forma del conjunto pontevedrés no invita tampoco al optimismo. En los últimos 10 partidos solo ha conseguido 5 puntos. El Amenabar que es uno de los peores equipos de la División de Honor Plata, lleva 6 puntos en este tramo, solo el Palma del Río, un equipo con un pie en Primera Nacional, lleva un rendimiento peor.
Los próximos duelos tampoco son de buen augurio. El Teucro tiene que visitar al Villa de Aranda y recibir al Torrelavega. Aunque el equipo ha mostrado mejor cara como visitante, los castellanos no parecen la opción más sencilla para reflotar la situación. A los cántabros ya les ganaron como visitantes, pero viendo su rendimiento como local con equipos de la zona media, se antoja complicado el enfrentamiento con un equipo asentado en la zona alta.
Otro problema que destaca en el conjunto de Luis Montes es la fragilidad mental de la que este miércoles hablaba el capitán Samu Pereiro en este periódico. El conjunto azul hace gala de mucha ansiedad sobre todo en ataque y se viene abajo con mucha facilidad cuando las cosas salen mal.
A todos estos problemas en la pista, se une la inestabilidad institucional del club, que ahora mismo está comandado por una gestora formada por miembros de la anterior directiva, y está a la espera de convocar elecciones de nuevo en las próximas fechas.
Los únicos brotes verdes que se han producido en estos meses han sido la victoria frente Alcobendas y Ciudad Real. La primera destaca porque ha sido la única alegría que le han dado a la afición teucrista como locales y además, contra el equipo que mejores números está teniendo fuera de su.
La segunda por ser fuera de casa contra un rival con mucho potencial económico, del que se esperaba que estuviera arriba, pero que está cuajando una temporada decepcionante al igual que el Teucro.
Un equipo que puede pasar de pelear por el ascenso, a sufrir por mantener la categoría.
Algo que sí consiguió en su último ascenso a Liga Asobal en la temporada 2016/2017, en la que el equipo mostró una cara y unos números totalmente distintos a los de esta temporada.
A estas alturas, el Teucro lideraba la clasificación con el Palma del Río como principal perseguidor. Curiosamente, ahora son los dos peores equipos de los últimos dos meses de competición.
Los teucristas habían hecho de su pista un auténtico fortín. Solo había que mirar los números en casa. En 9 partidos en casa, 9 victorias. Esta temporada, ese número esta más cerca de igualarlo en derrotas (6), que en victorias (3).
Lo más curioso es que los números como visitante eran exactamente iguales: 4 victorias, 1 empate y 2 derrotas.
Por lo tanto se puede ver que si el Teucro hubiera tenido un buen rendimiento en casa, ahora podría estar peleando en la zona más alta de la clasificación.
Así que los de Luis Montes deben de tener como prioridad mejorar en casa, si quieren engancharse al play-off y no pasar apuros en la recta final.
